ALCALÁ DE HENARES
El martes, 13 del
actual mes de febrero, realicé una nueva excursión con la Hermandad de
Jubilados de los ministerios de Comercio, Economía y Hacienda. Nuestro destino:
la antigua “Complutum”, es decir, Alcalá de Henares. La última vez que había
estado en esta ciudad fue en 2007 con mi hermano Paulino y mi cuñada Eva,
tal como me testimonian mis archivos fotográficos. En esta nueva ocasión me
acompaña mi amigo Pedro, y entre los viajeros, además de los compañeros
del Grupo de Viajes de la Hermandad, Maribel, Jorge y Pilar y Elena, se encontraban los excursionistas
habituales, Merche,
Carmen,
Carmina,
Ramiro…
así como una agradable sorpresa: mi compañera de promoción de Diplomados
Comerciales del Estado de 1971, Kitty.
La salida estaba
prevista desde nuestra sede en la calle Alberto Alcocer de Madrid, a las 09:45
y el autobús arrancó con 10 minutos de retraso tras esperar a una viajera que
finalmente no llegó. Éramos 49 expedicionarios.
Recorrimos los 30
Km que nos separaban de Alcalá en poco más de media hora, ya que tuvimos la
suerte de no toparnos con ningún atasco, tal vez por haber salido algo más
tarde de lo habitual, de modo que aquí habría que invertir los términos del
famoso refrán de que “a quien madruga, Dios le ayuda”.
Ya en Alcalá de
Henares se unió a la expedición el fantástico guía que nos iba a acompañar, Manuel,
viejo conocido nuestro, ya que formó parte de la expedición a los pueblos
negros de Guadalajara en 2016.
Dos precisiones
antes de seguir: fotos y fuentes. Las fotos han sido realizadas todas con la
habitual cámara digital Leica M9-P, y
en esta ocasión con un solo objetivo Leica,
Elmarit, 28mm f/2,8.
En cuanto a las
fuentes para elaborar la parte histórica y cultural del relato, aunque he
utilizado diversas de las innumerables que sobre Alcalá de Henares se
encuentran en Internet, me basé esencialmente en la Wikipedia.
Unas líneas sobre Alcalá de Henares
Está situada en la
cuenca del Henares, al este de la región, a 22 Km de Guadalajara y a 31 Km de
la capital de España. Es la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de
Madrid con 200.000 habitantes.
Su nombre significa
“castillo sobre el río Henares”, por cuya razón aparece en el escudo un
castillo sobre ondas de agua que simulan el río Henares. Su fundación se
remonta a la época celtíbera, pero será con la llegada de los romanos cuando se
formará una ciudad notable llamada “Complutum”.
Fue declarada
“Ciudad patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1998, encontrándose entre
las 14 ciudades españolas que ostentan este honor. Gracias al recinto histórico
y el rectorado de la Universidad, es una de las nueve ciudades de España que la
UNESCO ha clasificado como “únicas”. Es famosa por su Universidad, construida
gracias al Cardenal Cisneros en 1499, pero tras languidecer
durante el siglo XVIII, Isabel II, en 1836, decretó su supresión y
traslado a Madrid, donde pasó a denominarse Universidad Central. Surgió con su
estatus actual en 1977, al producirse la descentralización universitaria y
constituirse como Universidad propia, lo que convirtió a Alcalá una vez más en
ciudad universitaria.
Veamos a
continuación cual fue nuestro recorrido turístico por la antigua “Complutum”.
Puerta de Madrid
Con un tiempo
climatológico frío, pero sin lluvia, iniciamos nuestro paseo sobre las 10:30 en
la Puerta de Madrid, donde Manuel nos dio unas pinceladas sobre la
histórica puerta.
La actual
construcción sustituyó a la puerta medieval en el siglo XVIII. Se mandó
edificar en 1788 por el arzobispo de Toledo Francisco de Lorenzana, bajo las
trazas del arquitecto Antonio Juana Jordán. Se sitúa cerca de la
plaza de los Santos Niños, muy visitada, donde se encuentra también la Catedral-Magistral.
Como dato curioso, cabe mencionar que el monumento aparece en la película Espartaco (1960), al igual que el
recinto amurallado.
Continuamos nuestro
paseo de unos 10 minutos hacia la catedral de Alcalá, denominada Magistral por
las circunstancias que veremos a continuación.
Catedral-Magistral de Alcalá de Henares
Este templo, cuyo
nombre completo es Catedral-Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor, junto con la iglesia de
San Pedro de Lovaina (Bélgica), es la única en el mundo que posee el título de
Magistral. Esto quiere decir que todos sus canónigos deberían ser, desde
tiempos de Cisneros, profesores de la Universidad de Alcalá. Es el principal
templo de la diócesis de Alcalá de Henares, sede del obispo así como del
cabildo catedralicio.
Su construcción
data de 1514 y pertenece al gótico tardío también llamado flamígero. Destaca la
esbelta torre y claustro renacentista de traza herreriana. En su interior se
encuentran los restos del fundador de la universidad, el Cardenal Cisneros.
Aquí, en el
interior el templo, Manuel nos explicó (y lo pudimos constatar en
las fotografías que ornaban el museo catedralicio), cómo el techo de la
catedral y muchas capillas de la misma, quedaron destruidos durante la Guerra
Civil. Fue realmente milagroso que el sepulcro del Cardenal Cisneros,
tallado en mármol de Carrara, sobre el que cayó toda la techumbre del templo, quedara
prácticamente intacto y hoy podamos admirarlo en la capilla de San Ildefonso,
en el Colegio Mayor del mismo nombre.
Una de las capillas
más relevantes de la catedral es la que alberga a la patrona de la ciudad, la
virgen del Val.
Una vez finalizada
nuestra visita a la Catedral de Alcalá, nos dirigimos hacia la casa museo de Cervantes,
donde teníamos cita a las 12 del mediodía.
Casa natal de Miguel de Cervantes
Miguel de Cervantes Saavedra nació en la ciudad complutense el
29 de septiembre, día de San Miguel, de 1547. Como muy bien nos explicó Manuel,
este dato no es fiable al 100%, puesto que lo único tangible que se conserva
hasta hoy día es su fecha de bautismo el 9 de octubre en la antigua iglesia de
Santa María.
La ubicación de la
casa natal de Cervantes
se debe al investigador Luis Astrana Marín, que hizo públicas sus
conclusiones en 1948, ya que en dicha fecha la casa ya había sido derruida. La
casa era, en tiempos de Cervantes, propiedad de su tía María y en ella viviría
hasta 1551 cuando se trasladó a Valladolid.
El actual edificio
de dos plantas, que hace esquina con las calles Mayor y de la Imagen, que se
construyó en 1956, evoca una antigua casa tradicional castellano-toledana de
los siglos XVI y XVII donde, según la tradición, nació el autor de El Quijote.
En torno a un bello
patio de columnas renacentistas se distribuyen las distintas estancias de una
típica casa hidalga española del Siglo de Oro: sala de labor, cocina, comedor,
estrado de las damas y la sala de aparatos médicos que bien pudieron pertenecer
al padre de Cervantes, cirujano sangrador.
Su interior está
ambientado con interesantes muebles de la época y una de las mejores
colecciones de distintas ediciones de El Quijote.
Salvando todas las
dificultades de la falta de luz, pude hacer unas cuantas fotografías, de las
que inserto aquí una pequeña muestra.
Hospital de Antezana
Justo al lado de
este edifico se encuentra el Hospital de Antezana, que no pudimos visitar, pues
se encontraba cerrado. Fundado en 1483, se ha conservado en funcionamiento
desde su fundación hasta nuestros días, por lo que es uno de los hospitales más
antiguos de España. Según la tradición, en este hospital trabajó como cirujano
sangrador Rodrigo
de Cervantes, padre del inmortal escritor.
Cuando finalizamos
la visita a la Casa natal de Cervantes, sobre las 12:15, Manuel
nos dio tiempo libre hasta las 13:00 horas. Mi amigo Pedro y yo aprovechamos para
tomarnos un café en un bonito restaurante de la calle Mayor.
A las 13:00 horas,
ya todos reunidos, nos dirigimos hacia la calle Mayor; de camino a la misma, Manuel
nos indicó la casa natal de quien fue presidente del consejo de ministros y de
la II República Española, Manuel Azaña.
Calle Mayor
Construida en torno
al siglo XII, siguiendo el trazado de la calzada romana Caesar Augusta que
pasaba por Complutum, era parte de la antigua aljama judía de la ciudad y uno
de sus principales ejes comerciales.
Hoy en día, la
calle Mayor es una de las más importantes de su casco histórico, tanto
comercial como socialmente, siendo la calle soportalada más larga conservada de
Europa.
Aquí, Manuel
nos mostró varios edificios singulares, todos los cuales disponían de una
trampilla en el techo con salida al exterior de la calle para poder ubicar a
los visitantes. Me acordé de la casa de mis abuelos maternos, en Astorga, donde
yo mismo pude hacer uso de la trampilla que tenía…
Plaza de Cervantes
En Alcalá de
Henares, el nombre del autor de El Quijote se encuentra por todos lados, de
modo que lo más lógico era que su bonita y amplia plaza mayor llevara el nombre
del genial escritor. Por aquí paseamos pausadamente y disfrutamos del tiempo
climatológico que seguía siendo frío, pero despejado, aunque ya se comenzaban a
ver algunas nubes inquietantes…
Antigua iglesia de Santa María
Muy cercana al
lugar donde nos encontrábamos, y frente al Ayuntamiento de la ciudad, se
encuentra la antigua iglesia de Santa María, donde fue bautizado Cervantes.
Hoy en día
únicamente queda una torre, ábsides, bases de columnas y capillas. En su
interior pudimos admirar la pila bautismal de Miguel de Cervantes, aunque como
nos indicó Manuel,
el dato no está absolutamente verificado.
Nuestro almuerzo
Muy cerca ya de las
dos de la tarde nos dirigimos al restaurante La Cúpula para almorzar. El interior del restaurante era
espectacular, pues había sido, creí haber entendido, una antigua iglesia. Para
los curiosos diré lo que comimos: paté acompañado de mermeladas, un caldo,
croquetas, ensalada y de plato principal se podía elegir entre carne y pescado;
yo elegí un entrecote en su punto que estaba sensacional. De postre había una
especie de macedonia de frutas, a la que siguió el café y las infusiones. Fue
un almuerzo regio.
Terminada la comida,
cerca ya de las cuatro de la tarde, nos dispusimos a efectuar la última visita,
probablemente, siendo todas interesantes, la más espectacular, aunque es
difícil encontrar el adjetivo apropiado para calificar al Colegio Mayor de San
Ildefonso.
Universidad de Alcalá de Henares
Está formada por un
conjunto de colegios mayores y menores que datan del renacimiento. La UNESCO la
declaró Patrimonio de la Humanidad.
La Universidad de
Alcalá, Universidad Complutense o Universidad Cisneriana, fue fundada en 1499
por el Cardenal Cisneros.
Durante los siglos XVI y XVII se convirtió en el gran centro de excelencia
académica. En 1836 la universidad se integró junto con las enseñanzas de los
Reales Estudios de San Isidro y el Real Museo de Ciencias Naturales de Madrid,
que con el paso del tiempo se convirtió en la actual Universidad Complutense de
Madrid.
En sus aulas
estudiaron y enseñaron grandes maestros y hombres ilustres, como por ejemplo: Antonio de
Nebrija, Santo Tomás de Villanueva, Ignacio de
Loyola, Domingo de Soto, Juan de Mariana, Antonio Pérez,
San Juan de
la Cruz, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Pedro Calderón
de la Barca, Melchor Gaspar de Jovellanos, etc.
Colegio Mayor de San Ildefonso
Llegamos a las
puertas de este maravilloso recinto poco después de las cuatro de la tarde.
Digamos unas palabras acerca de este lugar.
Fue fundado en 1499
por el Cardenal
Cisneros como origen de la Universidad de Alcalá histórica, y
clausurado como colegio mayor en 1798. Actualmente es el rectorado de la nueva
Universidad de Alcalá.
El edificio
principal es el más notable símbolo de la Universidad y una de las más
importantes obras del renacimiento español, y como creo que ya hemos dicho con
anterioridad aunque en este caso no será pecado repetirse, declarado Patrimonio
de la Humanidad junto con el resto del casco histórico de Alcalá de Henares.
La idea del Cardenal
Cisneros era que sirviera a los propósitos reformadores del
Cardenal, y mejorase la formación de los clérigos y hombres de iglesia de la
época. La primera piedra fue colocada el 14 de marzo de 1499, siguiendo el
trazado diseñado por Pedro de Gumiel.
La fachada,
es sin lugar a dudas, la más conocida y bella obra de Rodrigo Gil de Hontañón; fue
iniciada en 1537 concluyéndose en 1553. Está diseñada en tres módulos
desiguales en altura, con portada monumental y superposición de órdenes.
Atlantes, alabarderos, y una gran galería superior con ventanas, obra, en gran
medida de Claudio
de Arciniega, dan un característico aire clásico al trabajo.
El patio mayor
de Escuelas, también llamado de Santo Tomás de Villanueva, fue iniciado, al
demolerse el inicial de ladrillo, en 1617, con proyecto de Juan Gómez de Mora, y fue
rematado en 1662 por José Sopeña. De tres pisos, friso y
balaustrada, lleva el nombre de uno de los más notables alumnos complutenses, y
primer Santo, salido de sus aulas. En la parte superior del mismo, aparecen las
palabras latinas atribuidas por la tradición al Cardenal Cisneros, tal como nos
explicó nuestro guía Manuel, cuando el rey Fernando el Católico se burló de
la pobreza del primer patio: Et luteam
olim celebra marmoream, “Lo que antes se construye en barro, hoy se celebra
en piedra”.
Aquí, en este bello
lugar, aprovechamos para hacernos la foto del grupo expedicionario.
Del antiguo patio
de Filósofos, citado entre otros por Quevedo en el Buscón, poco queda al haber sido empleado en el siglo XIX para usos
industriales tras el cierre de la Universidad.
La capilla de
San Ildefonso, cuya función era servir de iglesia al Colegio, fue terminada
en 1510, y en ella se encuentran enterrados Francisco Vallés de Covarrubias
y Elio
Antonio de Nebrija. Asimismo, se ubica en este lugar el rico
cenotafio destinado al Cardenal Cisneros, obra de Domenico
Fancelli y Bartolomé Ordóñez, aunque los restos del
Cardenal, tal como ya hemos dicho, reposan en la Catedral.
Por último, tenemos
que hablar del Paraninfo. Aquí se examinaban los alumnos en las tres
lenguas oficiales de la época: latín, griego y hebreo, tal como nos explicó
nuestro guía Manuel.
Las obras del paraninfo comenzaron en 1516, y hoy es mundialmente célebre por
ser, anualmente lugar de entrega del Premio Cervantes. Fueron Gutiérrez de
Cárdenas y Pedro de Villarroel quienes realizaron las
yeserías, y la carpintería corrió a cargo de Andrés de Zamora, Bartolomé
Aguilar, Pedro Izquierdo y Hernando de Sahagún.
Antes de terminar
con el epígrafe dedicado al Colegio de San Ildefonso, una curiosidad. Aquí
estuvo ubicado desde 1959 hasta 1991 el Centro de Formación y Perfeccionamiento
de Funcionarios, que desde 1968 se denominó Escuela Nacional de Administración
Pública (ENAP) y desde 1977 Instituto Nacional de Administración Pública
(INAP). Mi compañera Kitty y quien escribe estas líneas recordamos
con nostalgia las tres semanas que en 1971 pasamos en este lugar tras aprobar
la oposición. Han pasado casi 47 años… En la actualidad INAP aún mantiene una
de sus sedes en la tercera planta de este edificio histórico.
Quien quiera
ampliar todos los datos expuestos en mi relato, puede hacerlo en la Wikipedia,
que da cuenta profusamente de toda la historia del recinto.
A las 17:15
habíamos acabado nuestra visita a Alcalá de Henares. Cuando salimos del Colegio
Mayor de San Ildefonso, había nubes en el cielo y chispeó ligeramente, pero
todo se quedó en el susto. Eso sí, hacía mucho frío. Como nos dieron tiempo
libre hasta la llegada del autobús que nos retornaría a Madrid, a las 18:15, Pedro
y yo paseamos por la calle Mayor y entramos nuevamente al acogedor restaurante
de la mañana donde degustamos de nuevo un par de cafés.
Regreso a casa
A las 18:15 en
punto se personó el autobús, y tras un viaje placentero, sin atascos, que no
llegó a una hora, estábamos en Madrid, en nuestra sede de Alberto Alcocer. Tras
despedirme apresuradamente de los compañeros próximos, inicié el habitual regreso
a casa en Metro y Cercanías, a donde llegué a las ocho de la noche.
¿Qué puedo decir de
nuestra excursión? Si tuviera que elegir una sola palabra, la calificaría de
perfecta en todos los sentidos. ¡Ojalá sigamos disfrutando en las venideras
como hemos disfrutado en ésta y en anteriores viajes! Punto final.
Juan José Alonso
Panero
Las Rozas de
Madrid, 17 de febrero de 2018