EL PIRINEO OSCENSE
De nuevo en la brecha tras
medio año sin viajar con la Hermandad de Jubilados de los ministerios de
Comercio, Economía y Hacienda por diversas circunstancias. Unas veces por unas
causas y otras por otras, el caso es que tenía abandonado mi Blog desde el mes
de noviembre del pasado año 2018.
Cuando vi el programa de
la excursión al Pirineo oscense, y tras hablarlo con mi amigo Pedro,
no lo dudamos y nos apuntamos al viaje, cuyas vicisitudes iré
desarrollando cronológicamente en este nuevo relato.
Antes que nada, y como
siempre hago, indico que las fotos de esta historia están todas hechas con una Leica M9-P digital con un solo objetivo Leica, ELmarit 28mm f/2,8, excepción
hecha de las imágenes de los dos últimos lugares que visitamos, Barbastro y
Zaragoza, tomas que están hechas con mi teléfono móvil, ya que decidí que
guardaría la cámara en la maleta que quedó depositada en el maletero del
autobús. También inserto algunas fotografías realizadas por nuestro guía Jaime
y por la compañera de la Hermandad Pilar.
En cuanto a la parte
cultural del relato, me he servido para describir los lugares y monumentos
visitados de tres fuentes: la directa de los guías que nos acompañaron, los
folletos editados por diversas corporaciones locales y la Wikipedia. Dicho todo
lo cual, vamos ya a dar comienzo a nuestra nueva historia.
Lunes,
17 de junio de 2019
Salimos de nuestra sede en
Alberto Alcocer a las 09:15 con un retraso de 15 minutos a causa de una
pasajera que no aparece. Más tarde nos enteraríamos que ella pensaba que estaba
en lista de espera y aduce que no recibió ningún mensaje de la Hermandad.
Echamos de menos la
presencia de Elena,
Jorge
y Pilar,
siempre fundamentales en la organización de nuestros viajes y desgraciadamente,
ya sin solución, la de nuestra querida vocal de Cultura, Maribel, que falleció
recientemente. Descanse en paz.
Somos 17 los viajeros, 13
damas y 4 caballeros (en realidad 16 porque mi amigo Pedro se une a nosotros en el
hotel de Huesca ya que ha quedado allí para comer con su hermano y su cuñada
que viven en una localidad cercana). Llevamos para todo el camino de guía a Jaime,
de Ideatur, la agencia que organiza la excursión. El conductor, joven y muy
bueno, es Esteban.
Disponemos de un minibús previsto para 24 plazas, de modo que vamos muy
cómodos.
Hacemos una primera parada
técnica a la hora y media de camino para tomar café e ir a los baños, y con
posterioridad llegamos a
CALATAYUD
sobre las 12:30. Aquí nos
dan tiempo libre hasta las 13:15 para visitar la localidad.
Calatayud es una ciudad de
la provincia de Zaragoza que cuenta con 20.000 habitantes. Aquí, en este punto,
creo que podría escribir algo que seguramente todos los que me leen conocen, y
hago referencia a la famosa copla de la Dolores, que puso el nombre de
Calatayud en un lugar de privilegio.
Dimos un corto paseo y
visitamos en su exterior la colegiata de Santa María, Patrimonio de la
Humanidad desde 2001, con una magnífica portada plateresca concebida a modo de
retablo y labrada en alabastro; es obra de Juan de Talavera y del francés Esteban de
Obray.
También visitamos la
iglesia de San Juan el Real del siglo XVII construida por los jesuitas y
dedicada originalmente a la virgen del Pilar. Cuando los jesuitas fueron
expulsados de España se dedicó a San Juan.
Luego nos dirigimos al
mesón La Dolores. Comenzamos la comida sobre las 13:30, de primero migas con
huevo frito chorizo y morcilla y de segundo un redondo en su salsa con patatas
panaderas y pimientos. Vino tempranillo de Calatayud y de postre un flan.
HUESCA
Salimos sobre las 15:00 en
dirección a Huesca donde llegamos cerca de las 17:00. Huesca, capital de la
provincia homónima perteneciente a la Comunidad Autónoma de Aragón, contaba en
2018 con 52.000 habitantes.
Aquí nos encontramos con
la guía local, muy buena, María José. Primero nos enseñó el monasterio
de San Pedro el Viejo, luego la catedral de Huesca y por último el ayuntamiento
donde nos relató la leyenda de la campana de Huesca.
La iglesia de San Pedro
el Viejo es un monasterio románico del siglo XII que incluye claustro y
panteón real de los reyes de Aragón (Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje). La torre es
de planta hexagonal de fines del siglo XIII y está ubicada en el casco antiguo
de la ciudad. Alberga en su interior las pinturas murales del siglo XIII, la
sillería del coro del siglo XVI y el Retablo Mayor de principios del siglo XVII.
Es Monumento Nacional desde 1885.
La Catedral,
dedicada a Santa María es de estilo gótico construida en el siglo XIII y
terminada en el siglo XVI. Se alza sobre un antiguo templo romano y sobre la
antigua mezquita de la que tan solo queda un arco de herradura en la zona de
claustros. Durante el siglo XVII se siguió renovando el edificio sustituyendo
retablos, capillas y sepulcros medievales por otros de estilo gótico y barroco.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931. En 1936 durante el cerco
republicano de la ciudad se destruyó el chapitel que elevaba la torre un tercio
más y le daba un aspecto más gótico. Es sede del obispado de Huesca y del Museo
Diocesano de Huesca.
El Ayuntamiento es
un claro ejemplo de casa consistorial aragonesa del renacimiento aragonés. El
edificio se construyó en el siglo XVI frente a la catedral. En 1577 el maestro
de obra Miguel
Altué hizo una reforma casi total de la casa, de la cual formaron
parte el Patio y el Salón de Sesiones que hay actualmente.
En ella se encuentra el famoso cuadro La Campana de Huesca, obra de José Casado del Alisal, propiedad del Museo del Prado y expuesto en el Ayuntamiento, cuya leyenda cuenta cómo Ramiro II el Monje, rey de Aragón, decapitó a doce nobles que se opusieron a su voluntad. La historia es parte del acervo popular en Aragón, especialmente en la ciudad de Huesca.
En ella se encuentra el famoso cuadro La Campana de Huesca, obra de José Casado del Alisal, propiedad del Museo del Prado y expuesto en el Ayuntamiento, cuya leyenda cuenta cómo Ramiro II el Monje, rey de Aragón, decapitó a doce nobles que se opusieron a su voluntad. La historia es parte del acervo popular en Aragón, especialmente en la ciudad de Huesca.
Acabamos nuestra visita
más que interesante, y sobre las 19:00 horas llegamos al hotel Abba, 4
estrellas, donde me han dado la habitación 302, estupenda, muy amplia con un
baño fenomenal. Pedro,
que llegó al hotel por su cuenta antes que nosotros tiene la 311. En unión de
mi amigo nos tomamos una cerveza yo y una tónica él en el bar del hotel.
Creo que este es el punto
para señalar que el bufé del hotel para el desayuno se mostraría espléndido y
las cenas francamente buenas.
Subí a la habitación, deshice
la maleta y me preparé para la cena que iba a tener lugar en el hotel a las
21:00 horas, y así sería todos los días durante nuestra estancia en Huesca.
Cenamos de primero una
sopa castellana muy rica y de segundo un lomo de trucha asalmonada fabulosa,
sin una sola espina, con guarnición de pisto y de postre arroz con leche. Vino
somontano elaborado con cabernet sauvignon y merlot, Viñas del Vero, muy rico.
Martes
18 de junio de 2019
PARQUE
NACIONAL DE ORDESA
Salimos del hotel a las
08:45 en dirección al parque nacional de Ordesa. Hicimos una primera parada en
la población de Torla, donde vimos un audiovisual de unos 15 minutos sobre el
parque nacional, fuimos a los baños y nos dirigimos al autobús; llegamos a Ordesa
sobre las 11:30.
El Parque Nacional de
Ordesa y Monte Perdido está ubicado en el Pirineo oscense, íntegramente en la
comarca del Sobrarbe. Recibe una media de más de 600.000 visitantes al año. Su
superficie ocupa 15.608 hectáreas. Su altitud oscila entre los 700 m. en el río
Bellós y los 3.348 m. del Monte Perdido.
Es el segundo Parque
Nacional más antiguo de España tras ser declarado en 1918, y en 1997 se
convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aquí estuvimos dando un
gran paseo durante un par de horas, con un total de algo más de 2 Km. El parque
es realmente espectacular. No pudimos ver la famosa cascada cola de caballo que
distaba casi 8 Km. y nos tuvimos que contentar con ver otra cascada de lejos. Jaime
nos tomó varias fotos al grupo.
A las 13:00 estábamos de
vuelta al pueblo de Torla y Pedro y yo nos tomamos unas cervezas y dimos
un paseo por el pequeño pueblo que daba la sensación de estar dormido, hasta
las 13:30 en que nos recogió el autobús.
Fuimos a comer al lado de
Sabiñánigo cerca de las 15:00, de primero patatas con bacalao que estaba
bastante bueno aunque hubo varias señoras que protestaron y lo dejaron; de
segundo merluza con gambas muy soso que dejaba mucho que desear; de postre un pudin
de membrillo con nata. Vino tinto de la casa bastante aceptable.
Acabamos de comer sobre
las 16:00 y a las 16:15 estábamos en Sabiñánigo. Pedro y yo nos fuimos a tomar
unos cafés y se nos unieron Jaime, el guía y Esteban el chofer. A las 17:00
estábamos todos en el autobús.
Llegamos al hotel sobre
las 18:00. Aproveche el tiempo que tenía hasta la cena para tomarme un pequeño
descanso en la habitación.
Cenamos a las 21:00 de
primero judías verdes con jamón y patatas y de segundo entrecot de pollo
deshuesado con patatas fritas; de postre una mousse de chocolate. El mismo vino
de ayer.
Aquí tengo que precisar
que tanto en la cena de ayer como en la de hoy, nos acompañaron en la mesa, Laura
y Encarna,
que son hermanas, Mari Carmen que es su prima y mi vecina de Las
Rozas, y Pilar.
Miércoles,
19 de junio de 2019
SAN
JUAN DE LA PEÑA
Salimos del hotel a las
09:00. Vamos a San Juan de la Peña. Tardamos unas dos horas en llegar.
Fuimos primero al llamado Monasterio Nuevo.
Como consecuencia del
terrible incendio acaecido en el monasterio original en 1675, se tomó la
decisión de construir un nuevo monasterio. Su emplazamiento se eligió en un
lugar próximo, el conocido como Llano de San Indalecio, una bella pradera
asentada sobre la gran roca que reunía condiciones idóneas para comenzar una
nueva vida.
La construcción de la
nueva fábrica se inició en 1676. A lo largo de sus obras, prolongadas hasta los
primeros años del siglo XIX, los monjes contaron con el asesoramiento de
numerosos profesionales, siendo fundamental la labor del arquitecto zaragozano Miguel
Ximenez,
quien diseñó este conjunto monástico. La traza del edificio constituye uno de
los ejemplos más perfectos y evolucionados de la arquitectura monástica en la
Edad Moderna, por su simetría, por la multiplicación de sus claustros y por la
organización racional que poseía el proyecto original, que lamentablemente
nunca se pudo llevar a cabo en su totalidad.
La fachada de la iglesia
es uno de los aspectos más interesantes del monasterio barroco. Destaca
especialmente su exuberante decoración vegetal. En sus hornacinas se incluyen
tres santos muy vinculados con los monjes que vivieron entre estos muros: San
Juan Bautista, patrón de esta comunidad, en la portada central, San Indalecio a
la izquierda, como advocación de la pradera donde se asienta, y a la derecha
San Benito, fundador de la orden monástica que se profesaba en San Juan de la
Peña.
Como consecuencia de la
desamortización de Mendizábal, las dependencias fueron abandonadas
en 1835, y desde entonces el edificio comenzó a deteriorarse progresivamente
quedando, ya a mediados del siglo XIX, en un lamentable estado de ruina.
Tras una profunda
rehabilitación, acometida por el gobierno de Aragón, el Monasterio Nuevo
alberga en su interior el Centro de Interpretación del Reino de Aragón, el
Centro de Interpretación del Monasterio de San Juan de la Peña y una
Hospedería, perteneciente a la Red de Hospederías de Aragón, con categoría de
hotel de cuatro estrellas.
Aquí, estuvimos visitando
el interesante Centro de Interpretación, y con el exterior de la fachada de la
iglesia de fondo nos hicimos la foto del grupo expedicionario. Nos dirigimos a
continuación al llamado Monasterio Viejo, situado a un par de kilómetros
del nuevo.
Monasterio
de San Juan de la Peña
El Real Monasterio de San
Juan de la Peña, situado en Bataya, al suroeste de Jaca, en un enclave
extremadamente singular, fue el monasterio más importante de Aragón en la Alta
Edad Media. En su Panteón Real fueron enterrados un buen número de reyes de
Aragón.
Probablemente existiera
algún tipo de cenobio anterior al siglo XI, pero la construcción de mayor
importancia empieza en 1026 por iniciativa de Sancho el Mayor. En el año 1071
el rey Sancho
Ramírez cede el conjunto existente a los monjes cluniacenses y
favorece su reforma. En este momento se levanta el conjunto que hoy queda, en
mayor o menor medida. La reforma benedictina de Cluny no podía obviar la
construcción de un claustro que se finalizará ya entrado el siglo XII.
Al costado opuesto del
Panteón de Nobles, frente al muro de la epístola de la iglesia superior, fue
habilitado el claustro: sin duda, es el más relevante de cuantos restos se han
conservado del primitivo monasterio, tanto por su propio valor artístico, como
por su genuina apariencia que lo convierten, por méritos propios, en una pieza
única (Arteguías).
En el piso superior se
encuentra el Panteón Real. En él, durante cinco siglos se enterraron algunos de
los monarcas de Aragón y de Navarra. Su aspecto actual data del siglo XVIII.
Alberga los restos de los tres reyes iniciales de la dinastía ramirense, Ramiro I,
Sancho
Ramirez y Pedro I junto con sus esposas.
Según la leyenda española
sobre el Santo Grial, este permaneció en el monasterio, después de pasar por
diversas ubicaciones como la cueva de Yebra de Basa, monasterio de San Pedro de
Siresa, iglesia de San Andrés de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo y
la catedral de Jaca, desde 1071 hasta 1399.
La necesidad de atraer a
los peregrinos a Santiago que pasaban por el cercano camino de Jaca al
Monasterio de San Juan de la Peña, aconsejó que en él se ubicara la reliquia. En
1399 el rey Martín
I se llevó el vaso sagrado al palacio de la Aljafería de Zaragoza
donde estuvo más de veinte años acompañando al rey y posteriormente se trasladó
a la Catedral de Valencia.
El primer lugar en España
donde se celebra con el rito Romano es en el Reino de Aragón en el monasterio
de San Juan de la Peña en 1071, durante la estancia del Santo Cáliz en el
monasterio y a continuación se oficializa en el resto del reino, sustituyendo
al rito mozárabe.
En 1889 se le otorga el
título de Monumento Nacional que en 1920 es completado con la declaración por
parte del rey Alfonso
XIII como Sitio Nacional, y ya en 2004, el Gobierno de Aragón
completa su declaración como Bien de interés cultural con la protección del
conjunto monástico y su entorno.
Aquí, en el Monasterio
Viejo nos atendió una guía, Silvia, francamente buena que nos explicó muy
bien los avatares del monasterio y del reino de Aragón. ¿Qué más puedo decir?
Creo que todos los expedicionarios acabamos realmente encantados de esta
visita, auténticamente espectacular en todos los sentidos.
Hicimos una pequeña parada
a unos dos o tres kilómetros, en Santa Cruz de la Serós, para visitar la
iglesia románica de Santa María. Fueron solo unos minutos que merecieron
la pena, pues el bonito templo valía sobradamente la visita.
JACA
Salimos de allí para comer
en Jaca, de primero alubias con chorizo al estilo de la abuela, sensacional, y
los que no quisieron, ensalada tradicional, y de segundo un estofado de carne
con patatas que dejaba algo que desear; de postre manzana asada con nata.
Estuvimos paseando por
Jaca desde las 15:15 hasta las 16:00, y durante este tiempo recorrimos la calle
Mayor y visitamos la Catedral de Jaca solo en su exterior, ya que estaba
cerrada.
Catedral
de Jaca
La catedral de San Pedro
de Jaca (Huesca), es una de las construcciones más características y antiguas
del románico en España. Comenzó a construirse casi al tiempo que la de Santiago
de Compostela en el último cuarto del siglo XI como sede episcopal y cabeza del
Reino de Aragón por iniciativa del rey Sancho Ramírez, que había obtenido el
vasallaje vaticano tras su viaje a Roma en 1068, a resultas del cual se le
concedió la sede episcopal.
El edificio conserva la
estructura y configuración románica, con planta basilical, varios ábsides y dos
puertas de acceso (la de la Plaza de San Pedro, donde antiguamente había un
monasterio homónimo, y la puerta meridional, que en siglo XVI se dota de
pórtico, vinculada a la Plaza del Mercado), así como una cúpula.
De la cabecera románica
primigenia, solo puede apreciarse en adecuado estado de conservación el
meridional, pues el septentrional se modificó en su superficie ya que se le
añadió una vivienda.
Salimos de Jaca a las
16:00 en dirección a Loarre. Durante el camino hasta Loarre pudimos admirar
desde el autobús Los Mallos de Riglos, monumentos geológicos, espectaculares y
enormes cilindros de conglomerado, inmejorables para la práctica de la escalada
y avistamiento de rapaces.
Nuestra compañera Pilar fue capaz de realizar una preciosa foto, que inserto, desde el interior del autobús.
Nuestra compañera Pilar fue capaz de realizar una preciosa foto, que inserto, desde el interior del autobús.
CASTILLO
DE LOARRE
El castillo de Loarre es
un castillo románico situado en la localidad del mismo nombre, provincia de
Huesca.
Desde su posición se tiene
un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre
Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras
agrícolas de la llanura. Fue construido en el siglo XI y presenta un buen
estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de
arquitectura militar y civil del románico en España. Fue denominado Monumento
Nacional en 1906. En la actualidad cuenta con el estatus de bien de interés
cultural. Las instituciones regionales y comarcales están interesadas en
promover declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El castillo se asienta
sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía
una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados, técnica
habitual en el asedio de fortalezas, que consistía en construir un túnel por
debajo del muro para después hundirlo y así abrir la brecha por la que asaltar.
Además está rodeado por una muralla con torreones.
El castillo está en
bastante buen estado de conservación y está considerado como la fortaleza
románica mejor conservada de Europa. Destacan la pequeña capilla, la cripta de
Santa Quiteria, situada a la entrada (con una increíble acústica, que pudimos
comprobar en persona) y la majestuosa iglesia, en la que llama la atención la
cúpula por lo poco habitual que es en el románico.
En este castillo se han
rodado varias películas y series de televisión, siendo una de las primeras, en
1982, Valentina, protagonizada por Jorge Sanz
y Anthony
Quinn y dirigida por Antonio José Betancor basada en la novela del
aragonés Ramón
J. Sender, Crónica del Alba.
También se rodaron aquí El reino de los cielos (2005) dirigida
por Ridley
Scott, y Miguel y William
(2006).
Llegamos
al castillo de Loarre sobre las 17:30. Primero vimos un audiovisual y luego
visitamos el castillo con una guía, Lorena, joven, muy buena. Nos explicó
detalladamente todo lo que he escrito con anterioridad. Acabamos cerca de las
19:00 cansados pero contentos del día pasado.
La climatología, como en
días anteriores había sido muy buena, entre 25 y 30 grados, calor pero
soportable.
La cena de esta noche en
el hotel, a las 21:00 como siempre, canelones de primero y merluza rellena en
salsa verde de segundo y de postre tarta de san Marcos.
Antes de acostarme llamé a
mi hija Marisa para felicitarla, pues cumplía hoy años.
Jueves,
20 de junio de 2019
El
tren de Artouste
Hoy tocaba levantarse
temprano. Salimos del hotel a las 08:00 en dirección a Francia. El tiempo sigue
siendo bueno, aunque ya se atisba algún barrunto de lluvia. Llegamos a Laruns
sobre las 10:00 horas.
El plan consistía en coger
primero una telecabina que nos subiría a casi 2.000 metros de altitud donde
disfrutaríamos del recorrido de 10 Km que efectúa el llamado trenecito de
Artouste, el tren turístico más alto de Europa, a través de la cordillera
pirenaica. A las 10:30 hemos subido a la telecabina para dirigirnos al tren que
cogimos a las 11:00.
Transitamos durante unos
50 minutos por un escenario mágico, aunque desgraciadamente nos acompañaba una
niebla que en algunos momentos era muy espesa y aclaraba en otros, aunque la
realidad es que no pudimos disfrutar del increíble paisaje que se adivinaba si
hubiéramos tenido un tiempo claro. En cualquier caso, fue un espectáculo
grandioso.
Afortunadamente nos
habíamos abrigado en condiciones pues sabíamos que a 2.000 metros de altitud la
climatología es severa y el tiempo muy frío. Aunque nos acompañó la niebla, el
lado positivo es que la lluvia, que amenazaba, no acabó de cuajar durante nuestro
recorrido en tren. Llegamos a nuestro destino a las 12:00, tomamos café y
fuimos a los baños. Aquí, una parte de la expedición, la más valiente, de la
cual tengo que decir que no formé parte, subió durante unos 20 minutos a una
pequeña montaña desde donde se podía admirar el hermoso lago de Artouste. A las
13:15 iniciamos el regreso.
Sobre las 14:00 horas
estábamos ya en el llano comiendo en Laruns, de primero una sopa de verduras
muy rica y de segundo trasero de pollo con unas patatas fritas estupendas. De
postre tarta de manzana.
Tras un pequeño descanso,
salimos de allí sobre las 16:00 y pasamos por Formigal y los pueblos de Panticosa
y Biescas. En Biescas me acordé mucho de mi querida amiga Soco,
natural de allí, y a la cual durante muchos años escuché tantas veces hablar de
Biescas. La verdad es que mi idea de esta localidad se aproximaba a un pueblo
clásico perdido entre montañas, y descubrí una ciudad cosmopolita con
fantásticas construcciones de chalets y urbanizaciones. Fue una auténtica
sorpresa.
Estación
de Canfranc
Seguimos nuestro camino en
dirección a la estación de tren de Canfranc, donde llegamos poco después de las
17:30 y a las 18:00 hicimos una visita con un guía que si tengo que calificarle
con algún adjetivo, creo que el apropiado sería el de patán. Era el clásico
individuo que se cree muy gracioso y no tenía ninguna gracia, a lo cual se
añadía que sus explicaciones sobre la historia de la estación dejaban mucho que
desear.
De la Web mipirineo.com entresaco la información
que indico y que tan mal explicada nos fue por el guía que sufrimos.
La estación internacional
de Canfranc encuentra su origen en la voluntad de unir Francia y España
atravesando los Pirineos por Somport. Para ello, ambos países firmaron varios
convenios, el primero en 1904.
En 1915 se concluyeron las
obras del túnel ferroviario. En 1923 se iniciaron las obras de la estación
siguiendo el proyecto del ingeniero Ramírez de Dampierre.
Tras cinco años de obras,
en 1928, se inaugura oficialmente en presencia del rey Alfonso XIII y del Presidente de
la República Francesa Gaston Doumergue.
El edificio de la estación
de Canfranc es de planta alargada y estructura simétrica y tiene 241 metros de
largo. Su aspecto exterior sigue modelos de la arquitectura palacial francesa
del siglo XIX.
Durante la II Guerra
Mundial, entre 1940 y 1944, se registró un comercio importante, pasando por la
estación un tráfico notable con Alemania de hierro, cinc y wolframio,
registrándose en Canfranc-Estación transportes de oro, en pago por estos
minerales.
La baja tensión en la
catenaria fue una de las causas del origen del accidente de un tren que provocó
el hundimiento del puente de Estanguet en 1970. El tráfico ferroviario se
suspendió “provisionalmente”, pero todavía no se ha restablecido. Fue cerrada
definitivamente en 1973.
Aunque pueda ser pesado,
debo decir para finalizar este apartado, que “pese” al guía, la visita fue
interesante. Salimos sobre las 19:15 y llegamos al hotel sobre las 20:30.
La cena de esta noche
consistió en un primer plato de acelgas con patatas y jamón, muy ricas y de
segundo flamenquines; de postre helado de frambuesa y nata. El mismo vino de
siempre.
Viernes,
21 de junio de 2019
Decidí dejar la Leica a buen recaudo en la maleta y
pensé que me las arreglaría con mi nuevo móvil para la toma de fotografías; el
resultado ha sido irregular, pues está claro que aún necesito practicar mucho
si quiero hacer algo medianamente aceptable con el móvil.
Subimos las maletas al
autobús a las 08:50 y a las 09:00 estábamos de viaje hacia Barbastro a donde
llegamos poco antes de las 10:00.
Aquí, mi amigo Pedro
departió nuevamente con su hermano y cuñada mientras el resto de
expedicionarios tomamos unos cafés en una terraza hasta las 10:40 en que
entramos a la catedral que nos enseñó una guía fuera de serie, realmente
extraordinaria, María,
que también nos mostró el museo diocesano. 50 minutos para la catedral, muy
hermosa y otros 50 para el museo.
La
catedral de Barbastro
La actual catedral de
Barbastro se construyó entre los años 1517 y 1533 y fue financiada por el
Consejo de la Ciudad con el objetivo de edificar un magnífico edificio que
contribuyera a recuperar para la ciudad la categoría de sede episcopal que
había perdido en 1149. Esta condición la recuperó en 1573.
Si bien los elementos
formales son góticos, la concepción del espacio interior está mucho más próximo
a la nueva estética del renacimiento. Las seis hermosas columnas que sustentan
las tres naves, con unos 15 metros de altura, continúan en arcos y nervios
formando bóvedas de crucería estrellada sin cúpula ni crucero. Intervinieron
los arquitectos Juan
de Segura y Juan de Sariñena.
El retablo mayor dedicado
a la Asunción de la Virgen está realizado en alabastro y madera policromada.
Parte del basamento es obra de Damián Forment, el mejor maestro escultor que
hubo en la Corona de Aragón en el siglo XVI. Su discípulo Juan de Liceyre completó el
conjunto.
A ambos lados del altar
mayor se levantan otros dos retablos, uno del siglo XVII, dedicado a San Ramón,
obispo de Barbastro, y otro realizado en el siglo XVIII por el escultor
barbastrense Antonio
Malo dedicado a San Pedro Apóstol.
Entre los siglos XVII y
XVIII, familias nobles de la ciudad, obispos, personajes relevantes de la curia
y diversas cofradías, ampliarían las capillas de la Seo dotándolas de
magníficas portadas. De todas ellas destacan las dos abiertas a los pies: la
del Santo Cristo de los Milagros y la antigua capilla de San Carlos Borromeo,
ambas construidas en la primera mitad del siglo XVIII en estilo barroco. En
esta última yace el cuerpo incorrupto del obispo Florentino Asensio Barroso, asesinado durante la guerra civil de
1936-1939.
En este punto, y hablando
de la guerra civil, debo señalar lo que nos apuntó nuestra guía María,
y es que las consecuencias de la contienda civil española fueron funestas para
la catedral, que sufrió daños, en algunos casos irreversibles, como
consecuencia de la barbarie.
Finalizada la visita a la
catedral, la efectuamos al Museo Diocesano, realmente interesante, y que nos
fue explicado por María con la misma precisión que la catedral.
Regreso
Salimos sobre las 12:30 en
dirección a Zaragoza, a donde llegamos cerca de las 14:00 y poco después
estábamos comiendo en un restaurante muy cerca de la basílica del Pilar,
de primero un arroz a la aragonesa, verduras y algo de carne, y de segundo una
merluza relativamente aceptable. De postre una especie de tarta de chocolate.
Acabamos sobre las 15:00 y
tuvimos una hora de tiempo libre que Pedro y yo utilizamos para tomarnos un café en
una terraza frente al Pilar y en visitar la basílica. A las 16:00 estábamos en
el punto de encuentro, la bola del mundo.
Si ayer tuvimos problemas
con la salud de dos pasajeros, ella y él, hoy continuaron agravados en la salud
del compañero que insistía en quedarse en Zaragoza. Finalmente, entre todos, le
convencimos para que siguiera viaje a Madrid, hacia donde salimos a las 16:35.
Tras una parada técnica para ir al baño y tomar café, llegamos a nuestro
destino madrileño a las 20:30.
Cogí un taxi en unión de
mi vecina roceña Mari Carmen y llegamos a casa que no eran aún las 21:00; a
ella la vino a recoger su hijo Emilio.
Antes de terminar, dos
palabras acerca de Ideatur, la agencia organizadora del viaje. Podemos decir
sin temor a equivocarnos, que todo fue sobre ruedas y se cumplió el programa al
milímetro tal como estaba previsto. Un gran hotel y unas comidas en general buenas.
En cuanto a la cabeza visible de la agencia en nuestra excursión, tanto el guía
Jaime
como el conductor Esteban, demostraron ser unos grandes
profesionales, además de tener un trato exquisito. Si tuviera que poner nota,
sería un sobresaliente.
Final de un viaje que debo
calificar de estupendo en todos los sentidos. Salvo algún pequeño incidente,
como el de los malestares de los compañeros citados, todo fue perfecto y lo
pasamos realmente bien. En lo que a mí respecta, no conocía ninguno de los parajes
visitados (a excepción de Zaragoza) y todo me pareció precioso, así que con
estas palabras finalizo este relato, que espero tenga continuación muy
próximamente.
Las Rozas de Madrid, 29 de
junio de 2019
Juan José Alonso Panero