miércoles, 30 de marzo de 2022

 

RECÓPOLIS


Nueva excursión de un día con la Hermandad de Jubilados de los ministerios de Comercio, Economía y Hacienda, el jueves 24 de marzo de 2022.

Salimos a las 09:03. Somos 23 los viajeros con mayoría femenina como suele ser habitual en nuestros viajes. Forman parte de la expedición, nuestra vocal de viajes Elena Romero, y los componentes del grupo Jorge Baeza y su esposa Pilar; Merche, Sagrario, Rosalía, el matrimonio de Emilia y Pedro que ya había sido de la partida en la expedición del viaje al Camino Francés en Navarra, La Rioja y Burgos, de nuevo mi compañera Amparo Campa, mi amigo Pedro García Mamolar y quien suscribe esta crónica, entre otros.

Como hago siempre, indico que las fotos que acompañan este reportaje fueron todas tomadas con un teléfono móvil Samsung A40. En cuanto a la parte cultural, me he servido para desarrollarla de la Wikipedia, así como de lo que nos refirió el guía oficial de que dispusimos en Recópolis.

En este punto tengo que decir dos palabras de nuestro medio de transporte. Habitualmente siempre hemos viajado de una forma bastante confortable y nunca que yo recuerde ha habido que echar denuestos sobre los autobuses que hemos utilizado. Sin embargo, en esta ocasión, las cosas no discurrieron por buen camino. Nuestro vehículo era un microbús destinado habitualmente al transporte escolar; era nuevo y se encontraba en buenas condiciones, pero… y el pero es importante, sus asientos estaban diseñados para niños, de modo y manera que fuimos como sardinas en lata, quien más y quien menos lo pasó fatal, entre ellos quien suscribe. Fue el único punto negro de nuestra excursión, que los responsables de la agencia de viajes nos han dicho que no volverá a suceder.

Recorrimos la distancia que nos separa de Zorita de los Canes, algo más de 90 Km en una hora y media. Aunque el camino hasta la mitad del trayecto es en autovía, el resto transitamos por carreteras comarcales, algunas de trazado muy sinuoso, lo cual unido a la estrechez de los asientos del autobús, hizo el viaje muy incómodo.

RECÓPOLIS


Directamente nos dirigimos al Centro de Interpretación situado en Recópolis, donde nos proyectaron una película interesante de unos 15 minutos.

A continuación, acompañados de un guía oficial, un chico joven muy eficiente, nos dirigimos andando a recorrer las ruinas de la antigua ciudad visigoda.


Recópolis es una antigua ciudad de origen visigodo situada cerca de Zorita de los Canes (Guadalajara) en plena Alcarria. Fue mandada construir por Leovigildo en honor de su hijo Recaredo en 578. Funcionó como un centro urbano importante, capital de una provincia denominada Celtiberia, de límites imprecisos, al este de Carpetania (Toledo, la capital del reino). El conjunto está considerado “uno de los yacimientos más trascendentes de la Edad Media al ser la única ciudad de nueva planta construida por iniciativa estatal en los inicios de la Alta Edad Media en Europa” según Lauro Olmo Enciso, catedrático de arqueología de la Universidad de Alcalá.

En cuanto a su etimología, la hipótesis que barajan los arqueólogos actuales es que la ciudad se hubiese llamado Rexopolis (“Ciudad del rey”), que haría más clara su etimología, y además se corresponde con las monedas de la ceca que escriben el nombre de la ciudad de Recopolis con una sola c, mientras que Recaredo en los textos, es escrito Reccaredo con dos “c”.

Está situada sobre un cerro a cuyos pies discurre apacible el río Tajo. En el yacimiento, en la actualidad en curso de excavación, se conservan los restos del palacio, iglesia, puerta monumental, calles, edificios comerciales, casas, muralla, acueducto, caminos de acceso, todo ello dispuesto con un Centro de Interpretación, preparado para la visita pública. Parte de los elementos constructivos de la ciudad, sillares, escultura decorativa, etc., fueron utilizados en los inicios de la época andalusí, en el siglo IX, para edificar la nueva ciudad que sustituyó a Recópolis en el control del territorio, la medina árabe de Zorita, la actual Zorita de los Canes.

El yacimiento de Recópolis se encuentra en proceso de excavación, aunque los trabajos realizados muestran ya trazos de una organización y jerarquización que en la actualidad constituyen el ejemplo más significativo de las concepciones urbanísticas de la época visigoda. De esta ciudad, realizada con un plan urbanístico preconcebido, las excavaciones han descubierto la existencia de un conjunto palatino, formado por tres edificios palaciales de dos plantas, así como una iglesia, edificios todos ellos que contenían destacadas piezas artísticas que hoy se pueden admirar en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de Guadalajara.

La estratigrafía del yacimiento revela que la ciudad estuvo ocupada desde fines del siglo VI hasta mediados del siglo IX, esto es, en época visigoda y primitiva época andalusí. Posteriormente, con motivo de la ocupación cristiana de la zona sobre las ruinas de parte del antiguo palacio y de su iglesia, se asentó una pequeña comunidad de campesinos mozárabes entre fines del siglo XII y el siglo XIV. Una vez abandonada esta aldea, sobre las ruinas de la antigua iglesia se edificó una ermita en honor de la Virgen de la Oliva que pervivió como centro de culto de los pueblos de la zona durante la época moderna.

El descubrimiento de la ruinas de Recópolis se debe a Juan Catalina García López en 1893. Las primeras excavaciones fueron realizadas por Juan Cabré en 1945 y 1946, reiniciándose entre los años 1977 a 1985 y posteriormente desde el año 1992 hasta la actualidad, dirigidas estas últimas por el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alcalá Lauro Olmo Enciso.

En el actual Parque Arqueológico de Recópolis se aposentan los vestigios de la noble villa palatina que el rey Leovigildo ordenó edificar en honor de su hijo Recaredo. Junto con Victoriaco (Vitoria) y Oligicum (Olite) fueron las únicas ciudades, de nueva construcción, edificadas por los visigodos en España o por cualquier pueblo germánico tras la caída del Imperio romano.

En 2019 se identificó por georradar una estructura similar a las mezquitas de la época orientada hacia La Meca.

ALMONACID DE ZORITA


Cuando finalizamos nuestra visita a Recópolis, nos dirigimos al vecino pueblo de Almonacid de Zorita, con una población censada en 2015 de 760 habitantes.

Es un municipio con amplia historia que cuenta con numerosas edificaciones de gran interés desde la época medieval de su fundación hasta otras más actuales pero no por ello de menor interés e importancia.

Recorrimos el pueblo durante algo menos de una hora antes de dirigirnos a efectuar nuestro almuerzo en

ZORITA DE LOS CANES

Es Zorita de los Canes una bonita población de la Alcarria Baja. Está situada en un meandro del río Tajo, y a pesar de su pequeño tamaño, poco más de 60 habitantes censados en 2021, cuenta con un importante patrimonio formado por sus antiguas murallas, un castillo de la Orden Militar de Calatrava y el ya citado yacimiento de Recópolis.

Por Zorita de los Canes pasó Camilo José Cela para escribir su famoso libro Viaje a la Alcarria, concretamente el 14 de junio de 1946. Estuvo en Zorita una tarde, acompañado por el alcalde y el médico de Pastrana. De aquel momento salen bellas palabras de su pluma que refleja en su libro:

“Zorita de loa Canes está situada en una curva del Tajo, al lado de los inútiles pilares de un puente que nunca se construyó, rodeada de campos de cáñamo y echada a la sombra de las ruinas del castillo de la orden de Calatrava. Del castillo quedan en pie algún muro, dos o tres arcos y un par de bóvedas. Está estratégicamente situado sobre un cerrillo rocoso, difícil de subir”.

Nuestro almuerzo

Alrededor de las dos de la tarde estábamos todos los expedicionarios en la Abuela Maravillas, un fantástico restaurante que recomiendo vivamente a quien visite estos parajes.

Fue en verdad un auténtico banquete el que disfrutamos en la Abuela Maravillas, magníficamente atendidos por dos camareras mucho más que eficientes, Patricia y Nuria. Relato a continuación sin entrar en más detalles los platos que compusieron nuestra colación.

Tres fuentes de ensaladas variadas perfectamente aliñadas, de lechuga, rodajas enteras de tomate, queso de cabra, sardinas, berenjenas rellenas de pasta y parmesano. De segundo a elegir rabo de toro o bacalao. De postre, bizcochos borrachos, arroz con leche o helados. Vinos tinto y blanco, cerveza y agua a discreción. No puedo resistir la tentación de mencionar que el rabo de toro del que disfruté resultó realmente fuera de serie.

Pasadas ya las cuatro de la tarde comenzamos a levantarnos tras la larga sobremesa y a las cuatro y media estábamos todos dentro de nuestro tortuoso autobús, que tras un recorrido de hora y media, sobre las 18:00 horas nos depositó en nuestra sede de Madrid.


Me despedí de los compañeros y a la carrera me dirigí a la boca de Metro de Cuzco donde cogí el tren que me depositó en la estación de Príncipe Pío, y allí casi sobre la marcha logré subirme al Cercanías que me depositó en Las Rozas tras 20 minutos de recorrido. Sobre las 19:00 horas estaba en casa. Final feliz de un viaje estupendo por el cual hay que felicitar una vez más a Elena, así como a Jorge y Pilar.

Juan José Alonso Panero

Las Rozas de Madrid, 29 de marzo de 2022