ROMA,
SIENA, FLORENCIA, VENECIA…
Un nuevo viaje al
extranjero, esta vez patrocinado por la Comunidad de Madrid y gestionado por El
Corte Inglés y el Club de Vacaciones.
En este prólogo, ya indico
que el viaje ha resultado un fiasco, dicho de una forma suave. ¿Por qué? Pues
falló casi todo, falta de asistencia en el aeropuerto de Madrid, la ubicación
de los hoteles y su categoría, situados en el mejor de los casos a 12 Km del
lugar a visitar y en otros dos a 40 y 100 Km de la ciudad objetivo de la
visita. En cuanto a su categoría, señalados como cuatro estrellas, ninguno
llegaba a lo que es un tres estrellas español, y en uno de ellos tuvimos una
habitación que era digna de una pensión española. En cuanto a la guía
acompañante, lo mejor que puedo decir de ella es que fue educada. De las cuatro
excursiones opcionales que habíamos elegido mi amigo Pedro y yo, y que habíamos
pagado, tan solo se llevó a efecto una. En el último día, con el aeropuerto del
vuelo de regreso situado a 300 Km. del hotel, perdimos el vuelo al llegar tarde
como consecuencia de dos accidentes en ruta… Podría seguir señalando
deficiencias y no acabaría.
Siempre hay un lado
positivo, y en este caso no iba a ser menos. Los guías locales fueron muy
buenos, y en cuanto a los acompañantes del viaje, podemos salvar a unos cuantos
viajeros, y ya puestos, tengo que señalar que mi amigo Pedro y yo encontramos un
matrimonio maravilloso, Charo y Pedro, con los que intimamos y con los que
disfrutamos del viaje.
Por último, antes de
acabar este prólogo, siempre es positivo visitar ciudades maravillosas, Roma,
Siena, Florencia, Venecia… que en mi caso, además, salvo Venecia, no conocía.
Dicho lo anterior, señalar
que los comentarios culturales están entresacados de lo expresado por los guías
locales, de las guías “Un corto viaje a Italia” de la editorial Anaya Touring,
“A pie por Roma” de National Geographic y la Wikipedia.
En cuanto a las fotos,
todas ellas fueron realizadas con una Leica M9-P y un solo objetivo Leica
Elmarit 28mm f/2.8, y un móvil Samsung Galaxy A40. Quiero añadir, sin que sirva
de excusa, las grandes dificultades que encontré para poder tomar unas
fotografías mínimamente dignas, y cuyo resultado no me satisfacen en demasía.
Miércoles
18-09-2019
Tanto Pedro como yo estábamos en la
terminal 4 de Barajas antes de las 13:00 horas pues nuestro vuelo de Iberia hacia
Roma partía a las 15:55.
En el aeropuerto no había
nadie para asistirnos, ni los dos supuestos asistentes a los que llamamos al
móvil (uno no daba señal y el otro no contestaba) ni la guía que debía
acompañarnos. Primera irregularidad.
Nos las arreglamos solos
con la ayuda de una amable señora del personal del aeropuerto.
El vuelo salió a las 16:15
y llegamos a Roma poco después de las seis de la tarde.
Salieron las maletas y con
ellas nosotros a la terminal sobre las 19:00, donde tras alguna dificultad
localizamos a nuestra guía, Andrea, que según nos informó, nos esperaba en
Roma en lugar de haberse desplazado a Madrid, ya que según nos dijo, acababa de
terminar un tour en Roma y no era cosa de desplazarse a Madrid para regresar
sobre la marcha. Segunda irregularidad.
Tardamos más de una hora
en ponernos en marcha, pues no salía toda la gente que debía de hacerlo, en
total 50. La guía, según mi parecer, maneja bastante mal el asunto. Para
remate, se suspende la excursión opcional de Roma iluminada de esa noche que Pedro
y yo habíamos contratado y pagado, y aunque Andrea dijo que la pasarían al
día siguiente, nunca se llevó a cabo por falta de quórum.
Me dan la habitación 214
en el hotel Rouge et Noir situado a unos 12 Km. del centro de Roma. Llegamos al
hotel sobre las 21:00, dejamos las maletas en recepción y pasamos directamente a
cenar acabando sobre las 22:00. De primero macarrones con tomate al dente muy
ricos y de segundo carne revuelta con verduras y de postre una crema con
mermelada. Vino y agua.
Jueves,
19-09-2019, Roma
Desayunamos a las 07:00 y
salimos del hotel a las 08:00 para hacer una visita panorámica en el autobús,
pasando por muchos de los lugares emblemáticos de Roma, el Coliseo, el Foro, el
Castel Sant’Angelo….
En el programa de hoy se
invierte el orden que estaba previsto, pasando la visita al Vaticano a la tarde
y la Roma cristiana a la mañana. Seguimos incumpliendo el programa.
Las
catacumbas de Roma
Visitamos las catacumbas
de Domitila acompañados por una excelente guía del Vaticano.
Estas catacumbas son una
de las más extensas de Roma, alcanzando sus galerías unos 15 Km. de recorrido y
debe su nombre a la antigua propietaria del terreno donde se encuentra, Flavia Domitila.
Fue descubierta en 1593
por Antonio
Bosio, aunque no fue hasta el siglo XIX cuando G.B. de Rossi supo que se
trataba de la catacumba de Domitila y del santuario de los mártires Nereo
y Aquiles.
Desde entonces, numerosas excavaciones han sacado a la luz un considerable
número de galerías.
La catacumba está excavada
en una roca tierna de origen volcánico que se encuentra en el subsuelo de la
ciudad de Roma.
En las paredes de las
galerías se pueden ver las tumbas más corrientes, nichos de forma rectangular,
normalmente para una sola persona, aunque en ocasiones acogía a varios
difuntos.
Los nichos de menores
dimensiones estaban destinados a la sepultura de niños. En las galerías se
abren también las entradas a los cubículos, habitaciones de dimensiones
diversas, normalmente cuadradas, con frecuencia adornadas con frescos, y en
general propiedad de una sola familia.
Recorrimos diversas
galerías con una gran sensación de claustrofobia, al menos en mi persona, y
terminamos nuestro más que interesante recorrido pasado el mediodía.
La
catedral de Roma
Después fuimos a ver la
catedral de Roma, San Juan de Letrán. El guía en la
visita panorámica y a San Juan de Letrán, muy bueno, se llama Andrea,
curiosamente el mismo nombre que la guía acompañante, pero en este caso es
hombre. Andrea
nos disertó acerca de la catedral a través de unas audioguías.
Catedral de Roma, sede
episcopal del Obispo de la ciudad –el Papa-, el edificio actual es de estilo
neoclásico. De la primitiva basílica solo se conservan algunos mosaicos del
ábside. En el altar se encuentra la losa, que según la tradición, usaba San
Pedro para celebrar misa, y un baldaquino con un relicario en el que se
conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo. En el fondo del
ábside está la cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol
y mosaicos. Su baptisterio de planta octogonal se encuentra separado de la
basílica, al igual que el edificio que acoge la Escalera Santa, traída de
Tierra Santa. Se dice que es la que subió Cristo en el palacio de Pilatos. Los devotos lo hacen de
rodillas, algo que pudimos comprobar in situ.
Se hizo muy tarde y cuando
fuimos a comer eran cerca de las tres. Comimos a machamartillo porque teníamos
hora fija en el Vaticano. De primero ensalada aliñada con huevos, atún, tomate
y de segundo un filete de pescado con verduras. De postre una especie de crema
de helado con mermelada. Vino tinto, muy rico y agua.
El
Vaticano
Por la tarde a las 16:15
estábamos en el Vaticano. Visitamos la Plaza y la Basílica de San Pedro, los Museos
Vaticanos y la Capilla Sixtina, con audioguía, muy deprisa, con Andrea
al mando que lo hizo maravillosamente y salimos de la Sixtina sobre las 17:45.
Cuando los visitantes,
bien sean peregrinos devotos o simples turistas sin más, llegan a la gran plaza
del Vaticano ante la Basílica de San Pedro, quizás lo primero que
intentan localizar es la ventana de la residencia papal, en la que todos los
domingos por tradición el Santo Padre se asoma para bendecir a los fieles.
Una vez identificada les
espera la gran basílica, con sus 193 m. de longitud y 44,5 m. de altura,
equivalentes al 7% de la superficie total del Vaticano. Ocupa un lugar donde se
alzaba un monumento conmemorativo del Martirio de San Pedro y donde éste fue
enterrado. En el año 324 el emperador Constantino construyó la primitiva iglesia que
fue demolida en el siglo XV.
En 1506 comenzó a edificarse la actual basílica
que fue terminada y consagrada en 1626 por el Papa Urbano VIII. Bramante
la diseñó con planta de cruz griega. Sin embargo, su prematura muerte en 1514,
hizo que Rafael
continuase la obra y proyectase una planta de cruz latina. Le sucedió Sangallo
y a éste Miguel
Ángel que retomó la idea de la planta en cruz griega y concibió la
gran cúpula que tiene un diámetro de 42,5 m. y una altura de 132 m.
Carlo Maderno
proyectó la fachada y en su parte superior se ubican las estatuas de los doce
apóstoles, San
Juan Bautista y Cristo, y en su centro se localiza el balcón
desde donde el Papa imparte la bendición Urbi et Orbi. El último arquitecto, Bernini,
diseñó la impresionante columnata oval de su exterior y el baldaquino de bronce
macizo sobre el altar mayor.
Tras esta visita nos
aguardan las colas de los Museos Vaticanos.
Destacan la Galería de los
Tapices, con una colección de los siglos XVI y XVII, la Galería de los Mapas y
las cuatro Estancias de Rafael, escogidas por Julio II para su residencia.
Fueron pintadas por Rafael y sus discípulos entre 1508 y 1524 con
retratos de poetas y filósofos griegos, temas bíblicos, acontecimientos papales
y la historia de Constantino.
Finalmente nos aguarda la
visita más espectacular, la Capilla Sixtina, a la que se accede por la
entrada de los Museos Vaticanos. Construida entre 1471 y 1484 debe su nombre a Sixto IV.
Sus dimensiones son las mencionadas en el Antiguo Testamento para el Templo de Salomón
(40,93 m. de longitud, 13,41 de anchura y 20,7 de altura). Miguel Ángel fue el encargado de
pintar los frescos de su bóveda desde 1508 hasta 1512 con escenas del Génesis,
antepasados de Cristo,
los profetas y en sus ángulos cuatro historias de la salvación del pueblo de
Dios, siendo la más conocida la Creación de Adán. Para decorar el ábside de
la capilla realizó el Juicio Final desde 1535 hasta 1541. Las otras paredes fueron
pintadas por Botticelli,
Ghirlandaio
y Perugino
entre otros.
Hice fotos en San Juan de
Letrán y en los museos vaticanos como pude. En la capilla Sixtina no se podía,
estaba prohibido.
Tras reunirnos a las 18:15
vinimos al hotel donde tardamos más de una hora en llegar.
Cenamos a las 20:00, pasta
al pesto y brochetas de pollo con pimientos, cebollitas y verduras de
guarnición, de postre sandía, agua y vino.
La cena fue con los mismos
compañeros de esta mañana y de ayer por la noche, el matrimonio ya señalado, Charo
y Pedro
con los que compartiremos mesa y mantel durante todo el viaje.
Mañana tenemos todo el día
libre pues había una visita opcional a Nápoles, Pompeya y Capri que no se va a
llevar a cabo por falta de quórum. Pedro y yo, que habíamos visitado estos
lugares hace dos años, no nos habíamos apuntado.
Viernes,
20-09-2019, Roma
Desayunamos a las 08:30 y
a las 09:30 cogimos un taxi los cuatro amigos y fuimos directamente a la
Basílica
de Santa María la Mayor
Como basílica patriarcal
el Papa imparte misa en ella cada quince de agosto. Muestra estilos
arquitectónicos diversos, desde el paleocristiano hasta el barroco. Destacan
sus mosaicos como el que se encuentra en la nave del siglo V, que representa
escenas del Antiguo Testamento, o en el ábside, una impresionante Glorificación
de María
del siglo XIII. En las Capillas Sixtina, del siglo XVI y Paulina, del siglo
XVII, se pueden admirar notables obras de arte.
Tras esta visita, nos
dirigimos a pie, con la estimable orientación de Pedro, que ya ha estado en Roma
varias veces a
San
Pietro in Víncoli
Originalmente consagrada
en el año 439, la decoración actual de la iglesia es de los siglos XV/XVI. El
templo estaba bajo la custodia del cardenal Giuliano della Rovere (nombrado
Papa con el nombre de Julio II en 1503), quien encargó a Miguel Ángel
el diseño de su tumba. Moisés es el protagonista de la tumba.
Está sentado en un trono con los dedos enredados en su barba y las tablas con
los Diez Mandamientos bajo su brazo derecho. Esta poderosa escultura de Miguel Ángel
parece llena de vida a pesar de estar esculpida en frío mármol. En la hornacina
a cada lado de Moisés
están las dos mujeres de Jacob, Lea y Raquel. La iglesia recibe su nombre por las
cadenas (vincoli) que ataban a San Pedro en Roma y Jerusalén.
Desde esta iglesia,
siempre andando, nos dirigimos hacia el Coliseo y el Foro Romano.
El
Coliseo
El Coliseo muestra un
pálido reflejo del esplendor que conoció en el Imperio Romano. Construido por Vespasiano
en el siglo I y terminado por el emperador Tito, poseía un aforo para 50.000 espectadores
y fue escenario de representaciones mitológicas, luchas de gladiadores y, en
tiempos de Nerón,
martirio de cristianos.
Tanto el Coliseo como la
mayor parte del foro romano fueron, en su mayor parte, enterrados durante la
Edad Media. Con el Papa Urbano V se despertó el interés por estos
monumentos.
Desde el Coliseo, que
admiramos solo en su exterior, subimos al Capitolio, actual Ayuntamiento de
Roma, desde donde se podía ver muy bien el
Foro
Romano
El foro constituía el
centro político, social, económico y religioso del antiguo Imperio Romano. A la
izquierda de la entrada principal se sitúa el Templo de Antonino y Faustina, construido por el
emperador Antonino
Pío en recuerdo de su esposa Faustina. En el siglo XI se convirtió en la
iglesia de San Lorenzo in Miranda. A su lado se yergue la Basílica Emilia,
reconstruida en el siglo V, y un poco más alejada se ubica la Curia, antigua
sede del Senado, y el famoso Arco de Septimio Severo, levantado en honor de Septimio
y sus dos hijos.
A la derecha de la entrada
principal está el Templo del Divino Rómulo, que en el siglo VI se transformó en la
Basílica de San
Cosme y San Damián. Junto a ésta, la Basílica de Constantino,
construida sobre la ruinas del Templo de la Paz. Junto a la salida se sitúa el
Arco de Tito,
edificado tras la muerte de este emperador, que conmemora la conquista de
Jerusalén. Muy cerca está la Vía Sacra que une la cima del monte Capitolio con
el Coliseo.
Una vez acabadas estas
visitas, los cuatro amigos nos separamos y Pedro y yo fuimos andando en dirección a la
Fontana
di Trevi
Uno de los iconos de Roma
es la fuente barroca más grande de la ciudad con 25,9 m. de alto y 19,8 m. de
ancho. Diseñada por Nicola Salvi, sus obras comenzaron en 1732,
bajo el papado de Clemente XII, y Giuseppe Pannini la finalizó en
1762, con Clemente
XIII. Su fondo es el Palacio Poli y sobre él se ha colocado la
estatua de Neptuno junto a dos tritones con caballos marinos como figuras
centrales. Ha sido escenario de numerosas películas cono La Dolce Vita de Fellini en la que Anita Eckberg protagonizaba una
de las escenas más populares del cine en su sensual baño. Si se desea regresar
a Roma hay que lanzar una moneda de espaldas a ella, para enamorarse, dos y
para casarse, tres.
Desde allí, Pedro
y yo nos dirigimos a la
Plaza
de España
Conocido punto de
encuentro para romanos y visitantes, destaca su célebre escalinata de 135
peldaños, obra realizada en 1725 por Francesco de Sanctis. Su función era conectar
la Embajada de España (actual Embajada ante la Santa Sede) -de ahí el nombre de
la plaza- con la iglesia de Trinita dei Monti. En su centro se halla la Fontana
de la Barcaccia, obra de Pietro Bernini y de su hijo Gian Lorenzo,
de estilo barroco, y que se asemeja a una barca semi hundida en el agua. En el
sur se alza la Colonna dell’Immacolata, una antigua columna romana coronada por
una estatua de la virgen, y a la derecha de la escalinata, el museo dedicado a
los literatos Shelley
y Keats.
Comimos en un restaurante,
Leonardo, situado en los alrededores. Tomamos
los dos una ensalada César, Pedro un helado de vainilla y yo de fresa.
Salimos andando hacia la
Plaza
Navona,
que encontramos tras
grandes dificultades porque a Pedro, en contra de lo que suele ser habitual,
le costaba orientarse y yo soy una nulidad, además de que Pedro había estado en Roma
varias veces, como ya he comentado, y para mí era la primera vez.
Una de las más bellas y
famosas plazas del mundo, sigue el trazado de un antiguo circo romano. En el
siglo XV se constituyó como plaza, cuando se trasladó el mercado desde el
Capitolio. Desde 1652 hasta 1866, cada sábado y domingo se convertía en un lago
en honor de la familia Pamphili. Entre sus obras de arte destacan las
bellas fuentes esculpidas por Bernini, especialmente célebre la Fuente de
los Cuatro Ríos de 1651; la iglesia de Sant’Agnese in Agone de Borromini
y Rinaldi;
y el Palazzo Pamphili, actual Embajada de Brasil. Dos fuentes más decoran la
plaza: la Fuente de Neptuno de 1574, y la Fuente del Moro, de 1576.
Luego, tratando de
encontrar otra plaza que Pedro tenía gran interés en mostrarme, acabamos perdidos
en el Campo dei Fiori.
Más tarde estuvimos
tomando unos cafés y andando por la Vía Condotti. Cogimos un taxi que nos trajo
al hotel sobre las 18:15.
Cenamos ravioli de primero
y de segundo empanada de queso con guisantes. De postre una magdalena
caramelizada. Vino y agua mineral.
Sábado,
21-09-2019
Desayunamos a las 07:30 pero
bajamos ya con las maletas hechas para salir a las 08:00. Se organizó un buen
cirio en los ascensores.
Salimos esta mañana de
Roma a las 08:15 con 15 minutos de retraso por culpa de Aurora, una señora muy peculiar
que había tenido un ictus y se manejaba muy mal ella sola.
Asís
Llegamos sobre las 10:45 a
Asís para visitar la basílica donde estuvimos hasta las 11:40 sin guía alguna y
a la buena de Dios.
Es uno de los lugares más
visitados de Italia por ser un gran centro de peregrinación. Su hijo predilecto
y patrón de Italia, San Francisco, fundó la orden homónima. En
1997 la ciudad se vio afectada por dos terremotos que sacudieron Umbría. Su
principal centro religioso, la Basílica de San Francisco, reabrió dos
años después. La iglesia del siglo XIII, Patrimonio de la Humanidad, contiene
los restos del santo e importantes obras de Giotto, Cimabue y otras que tras el
seísmo tuvieron que ser restauradas.
Este es el lugar idóneo
para señalar que aquí, en la tumba del Santo, tuve muy presente en mi memoria a
mi padre, que se llamaba Francisco y que falleció justamente el día de su
onomástica, un 4 de octubre.
Siena
Salimos a las 11:50 de
Asís en dirección a Siena a donde llegamos sobre las dos de la tarde y nos
fuimos directamente a comer, ensalada, unos trozos de pollo con guisantes y de
postre panacota, dulce típico italiano.
Aquí tengo que hacer un
inciso para insertar una anécdota. En el trayecto a pie, como 1 Km. desde donde
nos dejó el autobús hasta el restaurante donde comimos, pudimos admirar una
especie de exhibición de coches clásicos, años 40/50 del pasado siglo que
recorrían las vetustas calles de la ciudad. Allí había, Jaguar, MG, Austin
Healey, BMW, Mercedes, Lancia, Alfa Romeo, Porsche y seguro que me dejo alguna
marca en el tintero. Realmente bonito.
Siena conserva el sabor de
ciudad medieval y la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad su centro
histórico en 1995. Exhibe con orgullo su Universidad fundada en 1247 y su
catedral de los siglos XII-XIV, edificada en estilo gótico.
La fachada
principal, obra de Giovanni Pisano, fue terminada en 1380 y en su
interior destaca el púlpito octogonal sostenido por leones de Nicola Pisano.
En el baptisterio hay una magnífica pila bautismal con bajorrelieves de Donatello,
Ghiberti
o Jacopo
della Quercia.
En la Piazza del Campo se
encuentra el Palazzo Pubblico del siglo XIV, con su famoso Campanile, sede del
Museo Cívico y la Torre del Mangia, de 102 m. de altura y 505 peldaños.
Comimos juntos los cuatro
como siempre y después de comer estuvimos viendo la plaza Mayor de Siena y
luego entramos a la catedral, preciosa.
Una vez fuera de la
catedral, nos sentamos en la maravillosa Plaza Mayor a tomar unos cafés mis
amigos, y yo una cerveza. Estuvimos hasta las cinco y media admirando la
belleza de la plaza.
Como se puede constatar
por lo que llevo escrito, aquí en Siena, todo el tiempo fue “libre”, sin guía.
A las 18:00 estábamos en el punto de encuentro con Andrea para regresar al autobús.
A las 18:05 arrancó el
autobús que llegó sobre las 19:45 a Montecatini, a 98 Km de Florencia que es la
ciudad que vamos a visitar mañana.
En Montecatini, me han
dado la habitación 202 en el Hotel Minerva, la habitación de una pensión, sin
más comentarios. Un desastre, y eso que la guía Andrea nos vendió la burra a Pedro
y a mí diciendo que como no tenían habitaciones individuales en el hotel donde
se quedaban todos, nos daban éstas, a 5 expedicionarios, pero que eran mejores
habitaciones. Terrible. La parte positiva es que estamos a 50 metros del otro
hotel.
Mañana desayunaremos a las
07.30 y saldremos a las 08:45 hacia Florencia donde perece que vamos a tener
lluvia, y donde la visita opcional a la Academia, que habíamos pagado Pedro
y yo se ha suspendido. Nos quedamos pues sin ver el David de Miguel Ángel.
Cenamos todos en el hotel
general, una cena muy buena, entremeses de primero, luego pasta con tomate y de
plato fuerte redondo de cerdo con patatas fritas muy rico; de postre un dulce
panaché muy bueno, vino y agua. La mejor cena hasta ahora.
Domingo,
22-09-2019, Florencia
Nadie olvida la visión de
Florencia desde la plaza de Miguel Ángel. Con sus increíbles cúpulas,
viejos tejados, el Ponte Vecchio y el río Arno discurriendo tranquilo por la
ciudad. Junto a su orilla aseguran que Dante vio a su amada Beatriz. La ciudad es un inmenso
y rico catálogo artístico repleto de obras de arte. Aquí nació la nueva
concepción urbanística, sobre todo gracias a Brunelleschi; la escultura del
Renacimiento con Ghiberti y la pintura con Giotto y Masaccio.
Duomo
di Santa Maria del Fiore
La catedral de Florencia
es famosa por su gran cúpula de 45 m. de diámetro y 100 m. de altura diseñada
por Brunelleschi
en el siglo XIV en estilo renacentista. En su interior alberga maravillosos
frescos de Vasari
que representan el juicio final y sus paredes están recubiertas de mármol
toscano. Junto a ella se encuentra el campanario diseñado por Giotto.
Iglesia
de la Santa Croce
Se comenzó a construir en
1294 sobre las ruinas de una iglesia franciscana. En su interior se pueden
admirar obras de Cimabue, Giotto, Brunelleschi, Donatello, Vasari, Ghiberti, Gaddi o Cánova. Alberga las tumbas de Miguel Ángel
y de Machiavelo.
Ponte
Vecchio
Es el puente más antiguo y
pintoresco de Florencia. Su origen es medieval aunque fue rediseñado en 1345
por Gaddi
tras haber sido dañado por la inundación del Arno. Durante la II Guerra Mundial
fue el único puente de la ciudad que sobrevivió.
Salimos hacia Florencia a
las 08:45. Aquí tuvimos un guía muy bueno, Enrico, que nos llevó andando por la ciudad,
la iglesia de la Santa Cruz, la catedral, la fuente de Neptuno, el puente
Vecchio… aunque no hicimos ninguna visita interior, y además tuvimos la mala
suerte de que llovía, unas veces más y otras, menos. Cuando acabamos el
recorrido tuvimos tiempo libre hasta las 12:45 en que nos recogió Andrea
para comer, de primero espaguetis con tomate muy ricos, de segundo una especie
de redondo y de postre sandía.
Tiempo libre después de
comer hasta las 17:00 horas, ya que la visita opcional prevista a la Academia,
donde se encuentra el famoso David de Miguel Ángel, a la que, como ya he dicho, nos
habíamos apuntado Pedro y yo, tampoco se llevó a cabo, según la
guía, de nuevo por falta de quorum. Nuevo incumplimiento del programa.
Los cuatro amigos nos
sentamos en un café al aire libre pero a cubierto, pues a veces llovía, y a veces dejaba de
llover, aunque hubo un momento en que cayó tal cantidad de agua que tuvimos que
refugiarnos como pudimos a cubierto bajo las arcadas de algún edificio.
Incidente
con robo incluido
A las 17:00 estábamos en
la estatua de Dante,
punto de encuentro, para regresar, pero el regreso se demoró más de una hora
por el robo que sufrió un matrimonio de la expedición, y que tuvieron que poner
la correspondiente denuncia. Luego, nos enteramos de que también le robaron a Aurora.
Llovía, mientras
esperábamos de pie de mala manera a que llegara el matrimonio que sufrió el
percance, y jarreaba cuando nos dirigimos hacia el autobús. Salimos hacia
Montecatini a las 18:19, lo recuerdo muy bien pues me fijé en el reloj del
autobús.
Llegamos al hotel sobre
las siete y media. Cenamos a las 20:30 en el hotel general, de primero sopa
minestrone muy rica, de segundo pasta también muy buena y de plato fuerte
parrillada de carne, chorizo, salchicha y de postre un dulce de los italianos,
vino y agua.
Lunes,
23-09-2019, Bolonia
Salimos de Montecatini con
las maletas a las 08:00 y llegamos a Bolonia, creo recordar que una hora larga
después.
Primero tomamos un café
los cuatro. Luego, como teníamos tiempo libre, sin guía una vez más, paseamos
por la ciudad visitando la catedral de San Pedro, la basílica de San Petronio,
la de San Estéfano y las torres inclinadas…
Bolonia es conocida como
la “ciudad roja” por el color de sus tejados y fachadas y por haber sido uno de
los centros más activos del Partido Comunista Italiano.
Su casco antiguo
medieval es el segundo más grande de Europa, tras el de Venecia. En él destaca
la Piazza Nettuno, con la magnífica fontana del Nettuno, conocida por “El
Gigante” por sus enormes dimensiones. Junto a esta plaza se halla la Piazza Maggiore
que acoge la monumental basílica de San Petronio, del siglo XV y el Palazzo del
Podestà, que conserva las dos únicas torres inclinadas de la ciudad que datan
del siglo XII.
La Universidad de
Bolonia es la más antigua del mundo occidental. Fundada en 1088, entre sus
alumnos se encontraron Dante, Petrarca, Erasmo, Copérnico, Thomas Becket y Marconi.
En 1369 se inauguró el
Real Colegio de España en la ciudad, siendo uno de sus alumnos más célebres Antonio de
Nebrija.
Hemos comido en Bolonia,
ensalada y filete de pescado con patatas fritas y de postre un pastel.
Padua
Tras el almuerzo hemos salido
hacia Padua donde, al igual que en Bolonia, todo el tiempo será libre, sin
guía.
Miles de devotos se
acercan a esta ciudad para venerar los restos de San Antonio de Padua, patrón de
la ciudad que se encuentra en la basílica homónima. Data del siglo XIII
y exhibe los relieves en bronce de Donatello que representan escenas de la vida
del Santo.
Muy espectacular es la plaza
del Prato della Valle, una de las más grandes de Europa, diseñada en el
siglo XVIII y rodeada por un canal.
También hay que señalar su
Universidad, una de las más antiguas de Europa, que fue fundada en 1222.
Uno de sus más célebres profesores fue Galileo.
Aquí, en Padua, visitamos
la basílica de San Antonio, luego nos hemos tomado un café los cuatro amigos y
estuvimos paseando por la plaza del Prato della Valle.
Antes de abandonar la
ciudad tengo que mencionar que desde que llegamos a ella me he acordado en todo
momento de mis amigos Roberta y Miguel, él granadino de pro, y ella ¡natural
de Padua! Desde aquí les puse un whatsapp con la foto de la plaza del Prato
della Valle; Roberta me contestó con la identificación del lugar.
Salimos de Padua sobre las
18:00 horas en dirección a Abano Terme donde vamos a pernoctar hoy y mañana.
Vamos al Hotel Alexander
Palace, habitación 618, buena, digna. Un tres estrellas español.
Cenamos ensalada al gusto
que elaboramos nosotros, de segundo pasta con tomate y berenjenas y luego unos
filetes de pavo en plan redondo con patatas panaderas y de postre un pastel de
chocolate, vino y agua.
Martes,
24-09-2019, Venecia
Venecia se asemeja a un
plató cinematográfico y dentro del mismo lo más impresionante es la Plaza de
San Marcos, una de las más bellas del mundo. Es maravillosa su visión,
sobre todo al atardecer.
Me levanté a las 06:15,
desayunamos a las 07:00 y salimos a las 08:00 hacia Venecia.
Llegamos sobre las 10:00 y
tras navegar en el tronchetto, a las 10:30 nos recogió la guía, Katia,
que nos dio una vuelta completa por los alrededores de la plaza de San Marcos.
Estuvimos paseando sobre dos horas, acabando en una fábrica de cristal de
Murano, y sobre las 12:30 nos dieron vía libre hasta las 14:20 en que quedamos
en el león de San Marcos con Andrea.
Dimos un paseo por todo
San Marcos y acabamos sentados los cuatro en un café y nos tomamos unas
cervezas.
Comimos riisotto, un
filete de pescado con ensalada y un helado de vainilla, vino y agua.
Cuando acabamos sobre las
15:30 teníamos, de nuevo, tiempo libre hasta las 18:00, ya que la excursión opcional
del paseo en góndola que mi amigo Pedro y yo habíamos concertado y pagado, tampoco
se llevó a cabo.
Nos fuimos los cuatro a
tomar unos capuchinos, y dimos un paseo por el centro de Venecia, alrededores
de San Marco, donde tuve la inmensa suerte de pasar ante el hotel Patria Tre
Rose, donde en 1968 me quedé con mis padres y hermanos. No tuve los
reflejos suficientes para hacer una foto de su portal que daba, abierto en un
gran hall con cristalera, a la calle.
En 2024 añado una foto del hotel
procedente de Internet que me proporciona mi hermano Paulino. ¡El hall de entrada
sigue igual que hace más de medio siglo!
Luego nos acercamos al Puente
de Rialto, el único que atravesaba el Gran Canal hasta el siglo XIX. El
puente, originalmente se levantó en el siglo XIII, aunque el actual data del
siglo XVI.
Tuvimos a las 17:10 el
tiempo justo para visitar en su interior la Basílica de San Marcos que cerraba
a las 17:30.
La Basílica de San Marcos
es el principal templo católico de Venecia y una obra maestra del arte
bizantino. Comenzó a edificarse en el 828 para conservar los restos de San Marcos,
traídos desde Alejandría. En el 975 se quemó y fue reconstruida entre 1063 y
1073. Posee una gran variedad de estilos y materiales, ya que una ley de la
República Veneciana obligaba a los ricos mercaderes a hacer un regalo para la
Basílica. La fachada principal tiene cinco puertas con columnas marmóreas y
mosaicos, con dos niveles de arcadas. En la parte superior tiene remates
góticos. En la terraza, sobre la puerta central, románica, se localizan las
réplicas de cuatro caballos de bronce traídos en el siglo XIII desde
Constantinopla, y cuyos originales se exhiben en el Museo de San Marcos. Su
planta tiene forma de cruz griega, con cinco cúpulas y un interior repleto de
obras de arte.
El Palacio Ducal,
de estilo gótico fue residencia ducal, sede del gobierno, de la corte de
justicia y prisión de la República de Venecia. Fue erigido entre los siglos X y
XI y sufrió devastadores incendios en los siglos XV y XVI.
No podemos olvidarnos del
famoso Campanile que preside la plaza de San Marcos. Se derrumbó en 1902
sin causar víctimas, y afortunadamente cayó en sentido contrario a la basílica.
Fue reconstruido exactamente igual al anterior.
Luego estuvimos paseando,
por los alrededores del puente de los Suspiros, que aproveché para hacer
fotos. El Puente de los Suspiros es del siglo XVIII y une el Palacio Ducal con
la antigua prisión de la Inquisición franqueando el río Di Palazzo. Una de las
teorías sobre su nombre deriva de los suspiros que emitían los condenados
cuando eran trasladados desde el Palacio Ducal a la prisión y veían la luz por
última vez. Añadir que no me he podido sustraer al melancólico ejercicio de insertar
en este relato una foto del Puente de los Suspiros realizada por mí en mi
primera visita a Venecia, en 1968, en unión de mis padres y hermanos, tal como
ya he indicado.
A las 18:00 nos recogió Andrea,
cogimos el tronchetto y hasta el autobús, que arrancó a las 19:10 llegando a
Abano Terme a las 20:00.
Cenamos a las 20:30, de
primero ensalada al gusto que compusimos nosotros, de segundo macarrones con
tomate y de tercero prácticamente un redondo como el de ayer con patatas
panaderas; de postre un hojaldre, pan, vino y agua.
Miércoles,
25-09-2019
Puse el despertador a las 04:45
y salimos de Abano Terme a las 05:30. Nos dieron una bolsita de viaje como
desayuno.
Tenemos 300 Km hasta Milán
donde debemos coger el avión de Iberia de vuelta a Madrid. Dos grandes
accidentes en ruta, el primero en la autopista y el segundo ya en Milán en la
salida de la autopista hacia el aeropuerto de Malpensa.
Nuestro avión salía a las
12:00 y cuando llegamos al aeropuerto en una carrera angustiosa, eran las
11:00.
Aún y así, facturamos Pedro
y yo sobre las 11:30 y corriendo y colándonos pasamos los controles de
seguridad y cuando llegamos al punto de salida del vuelo, sobre las 11:55, el
avión se había ido, y allí estaban otros 10 ó 12 compañeros de viaje que habían
llegado antes que nosotros. No embarcó nadie.
Tras varias vicisitudes
recuperamos nuestras maletas y salimos de nuevo al punto de facturación donde
estaba Andrea.
Entre un hecho y esto último pasaría sobre hora y media.
Ya sobre las 14:00/14:30, Andrea
nos reubicó a todos en diferentes vuelos.
Nuestros amigos, Charo
y Pedro
fueron situados en el primer vuelo que salió con dirección a Madrid. Nos
despedimos de ellos.
Pedro y yo salimos en el segundo que partía para
Madrid, Air Europa a las 18:15.
Llegamos a Madrid sobre
las 20:15, mi maleta salió enseguida y esperé a que saliera la de Pedro;
cuando lo hizo, los dos abandonamos el aeropuerto en dirección a los taxis.
Eran algo más de las 20:30.
Cuando llegué a casa
estaba dando las 21:00 horas.
¿Qué más puedo decir? Creo
que todo está dicho, lo malo y lo bueno, pero como creo que lo más positivo es
quedarse con lo bueno, recordaré el viaje por los preciosos lugares que he
visto y que desconocía en su mayor parte, y por el encuentro de dos fantásticas
personas, Charo
y Pedro,
cuya incipiente amistad deseo, y espero, que sea muy duradera.
Las Rozas de Madrid, a 4
de octubre de 2019
Juan José Alonso Panero