viernes, 5 de octubre de 2018


PAÍSES BAJOS: FLANDES Y HOLANDA


Un nuevo viaje que en principio no estaba previsto. La idea inicial era apuntarse a la excursión estrella anual de la Hermandad de Jubilados de los ministerios de Comercio, Economía y Hacienda, este año a Alsacia y la Selva Negra, pero cuando llamé al teléfono para inscribirnos mi amigo Pedro y yo, y habiendo pasado tan solo 2 minutos de la hora de apertura, 09:00, allá por el mes de mayo, resulta que ya habían copado las 8 habitaciones individuales disponibles en tan solo dos minutos.

No lo dudé un instante; me dije que había que hacer algo ya o nos quedaríamos sin el proyectado viaje anual, de modo que no lo dudé. Sobre la marcha me fui a la agencia de viajes de El Corte Inglés en Las Rozas, y apalabré el viaje que voy a narrar, organizado por el Club de Vacaciones. Además, haría uso de la tarjeta regalo de El Corte Inglés, que dormía el sueño de los justos desde que en noviembre de 2015 me fue obsequiada por los amigos y compañeros del ministerio con motivo de mi jubilación.


Como siempre, indico mis fuentes para la parte cultural de la narración. En esta ocasión me he servido únicamente de la Wikipedia, además de los relatos de los guías locales que nos acompañaron.

En cuanto a las fotografías, todas ellas están realizadas con una Leica M9-P digital con un solo objetivo Leica Elmarit 28mm f/2,8.



Una última precisión antes de entrar en materia. Los últimos cinco años de mi vida activa en la Secretaría de Estado de Comercio, los pasé viajando cada dos meses aproximadamente a reuniones de grupos de trabajo de la Comisión Europea en Bruselas. Lógicamente, mi conocimiento de Bruselas era ya muy amplio antes de iniciar este viaje. De hecho, hay publicados en este Blog varios reportajes sobre mis escapadas a la capital de Europa, y en esta ocasión me planteé el incluir en nuestro relato actual alguna de las fotografías realizadas en mis viajes anteriores, que en mi modesta opinión son mejores que las actuales, ya que fueron realizadas sin las prisas y las aglomeraciones de las que sufre un viaje de 50 expedicionarios. Al final decidí que no, pues iba a adulterar la historia, de modo que para los curiosos, incluyo dos enlaces a un par de reportajes anteriores:


Viernes 21 de septiembre de 2018

Me levanté a las 08:00, arreglé lo que quedaba de maletas y regué las plantas. Llamé a mi hijo Mariano que me recogió a las 11:50.

Llegamos al aeropuerto sobre las 12:15. Ya esperaba Pedro en la T4. Me despedí de Mariano que saludó a Pedro y nos dirigimos al mostrador 900 tal como habíamos acordado con la Agencia de Viajes.

A las 12:40 llegó el enlace de la agencia de viajes Club de Vacaciones, Javier. Nos tomó nota de los nombres y nos dijo que fuéramos a los mostradores 854-859 de Iberia.


Dando el carné de identidad obtuvimos las tarjetas de embarque, 2C Pedro y 2D yo, ambos pasillo, tal como nos gusta. Facturamos las maletas.

Nos tomamos un bocata y dos café con leche y sobre las 14:30 fuimos a la puerta de embarque 27 H.

Entramos al avión y el vuelo salió a las 16:00 horas con 25 minutos de retraso. Llegamos a Bruselas a las 17:50.


Nos dijo el comandante que hacía 17 grados pero la impresión, una vez en la calle, era inferior debido al viento. Las maletas tardaron poco y salimos donde nos esperaba Ángela, del Club de Vacaciones.

Éramos 35 que llegamos de Madrid, más 14 de Barcelona en un vuelo anterior, en total 49.

En el autobús que nos esperaba nos dirigimos al hotel, NH Grand Place Arenberg, puro centro de Bruselas, al lado de la Grand Place y las Galerías St. Hubert.

La habitación está muy bien, amplia, confortable, con calentador de agua para infusiones, tal como tenía el Euroflat, el hotel que habitualmente era mi residencia en mis viajes a Bruselas. Me han dado la número 221.


A las 20:15 salimos andando, unos 15 minutos, al restaurante, el Grand Café, donde cenaremos hoy, mañana y pasado. Está al lado de la Bolsa.

La cena resultó muy bien. De primero ensalada combinada de verduras con ensaladilla rusa y de segundo pechuga de pollo con patatas fritas, y de postre, fruta; tomé una manzana. Para beber, al igual que en todas las comidas y cenas de toda la semana, una bebida a elegir. Elegí cerveza, Stella Artois en honor de Tintín.

Acabamos de cenar cerca de las 10 de la noche. Salimos de allí y nos fuimos andando hasta el hotel.

Sábado, 22 de septiembre de 2018

BRUSELAS

La mañana la iniciamos a las 08:00. Salimos del hotel andando con un guía fabuloso, uno de los mejores que he conocido en mi vida, Jonathan, de padre italiano y madre española, unos 35 años, realmente espectacular en erudición y simpatía con un castellano perfecto.

La guía que nos acompañará durante toda la semana, como ya he apuntado anteriormente, es Ángela, de origen español y que reside en Amsterdam.


Bruselas es una de las tres regiones de Bélgica, junto con la Región Valona y la Región Flamenca. Como capital del Estado es la sede del gobierno y el Parlamento. Alberga también el Castillo de Laeken, residencia del rey Felipe y la familia real belga. La región de Bruselas cuenta aproximadamente con un millón de habitantes, aunque su casco histórico no llega a los 200.000.


Debido a la tradición neutral del país en los diferentes conflictos europeos, y aprovechando su ubicación geográfica, fue designada para acoger los principales organismos de la incipiente Unión Europea en los años 50 del pasado siglo.


Bruselas es la sede de las instituciones de la UE: El Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea (Secretariado General) y el Parlamento Europeo (aunque las sesiones plenarias también se realizan en Estrasburgo). Los edificios que albergan estas instituciones se encuentran agrupados en lo que se conoce como barrio europeo dentro del cual destaca la avenida Robert Schuman, en homenaje al ministro francés considerado uno de los “padres de Europa”.


Ciudad oficialmente bilingüe, una mayoría de sus habitantes tienen como lengua cotidiana el francés (70%, de los cuales 1/3 son inmigrantes) y una minoría el neerlandés o flamenco.


En cuanto a sus principales atracciones turísticas, podemos citar en primer lugar la famosa Grand Place, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1988. En el entorno de la plaza se pueden observar las trazas de la antigua ciudad, de un estilo arquitectónico que en el país se conoce como estilo español, dado que los principales edificios históricos de estilo flamenco, datan de la época en que la actual Bélgica, entonces Flandes, era una de las provincias del imperio del emperador Carlos V; la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, las Galerías St. Hubert, el Palacio Real, la Bolsa, el Parque del Cincuentenario creado en 1880 para conmemorar la independencia de Bélgica en 1830, el Atomium erigido para la Expo de 1958 que se ha convertido en uno de los símbolos de la moderna Bruselas con sus 103 metros de alto, y que consta de nueve esferas de acero conectadas por tubos; por último no podemos olvidarnos de la atracción número uno por antonomasia, el famoso Manneken Pis, que es una fuente de bronce de un pequeño niño orinando.


Con nuestro guía Jonathan, hemos visitado en primer lugar el exterior de la Catedral de Santa Gúdula, luego hemos atravesado las Galerías St. Hubert y hemos desembocado en la Grand Place para finalizar nuestro recorrido peatonal frente al Manneken Pis.


A continuación nos hemos dirigido al autobús para recorrer la zona de los edificios de las instituciones europeas, y nos hemos detenido para estirar los pies y hacer unas fotos en el Parque del Cincuentenario y en el Atomium. Aquí hemos ido al baño y tomado unos cafés.



A continuación nos hemos dirigido al autobús y hemos salido para Amberes.

AMBERES


Amberes, en neerlandés Antwerpen, posee algo más de medio millón de habitantes y es un importante centro en el tallado de diamantes.

Su puerto, con cerca de cincuenta kilómetros de muelles, es uno de los más importantes del continente europeo y es una plataforma de direccionamiento de mercancías, tanto de exportación como de importación para Bélgica y otros países.


Este puerto ha crecido por su ubicación estratégica en el norte de Europa y por sus costos competitivos en relación con otros puertos importantes de la zona.



Es la ciudad donde Rubens desarrolló gran parte de su formación y trabajo, y donde vivió los últimos años de su vida. El artista se ha convertido en símbolo de la ciudad, y es fácil encontrar en calles y plazas estatuas y referencias a él. La catedral alberga tres de sus obras y otras notorias que se pueden encontrar en el museo conocido como casa de Rubens.


Aquí, en Amberes, la expedición ha hecho un primer recorrido en autobús por la parte del puerto y luego ya andando hemos estado en diferentes lugares, la iglesia de San Carlos Borromeo, la catedral, la casa de Rubens y la estación de ferrocarril.


A las 13:15 una parte de los excursionistas entraron a la catedral con Jonathan para explicarles varios cuadros de Rubens.


A las 14:00, como acordado, fuimos al restaurante. Hemos comido melón con jamón y de segundo pollo muy bien condimentado con patatas, zanahorias y puerros. Muy rico y muy bien presentado. Cerveza. Mousse de chocolate de postre.

A las 15:30, al acabar el almuerzo, hemos dispuesto de tiempo libre hasta las 16:30. He hecho varias fotos, entre ellas la escultura de un niño y un perro dormidos y tapados por una manta, siendo la manta que los cubre el asfalto del pavimento, tal como se puede apreciar en la foto. Realmente original.


Luego hemos ido a tomar un café hasta las 16:30 en que habíamos quedado con Ángela para recogernos. El tiempo, bueno, excepto un pequeño chirimiri que comenzó a caer después de comer.

Hemos ido andando al autobús y la salida ha sido sobre las 17:00, llegando a Bruselas sobre las 18:00, tras un pequeño atasco y  con un ligero chirimiri.

A las 19:45 hemos salido para la cena al Gran Café. Cenamos de primero una especie de pastel relleno de queso y bechamel con guarnición de lechugas y limón y de segundo dos albondigones con salsa de tomate y patatas fritas. De postre helado de vainilla y chocolate. Regresamos a las 22:00 horas.

Cuando salimos del restaurante caía una ligera lluvia, que para mañana se espera vaya a más.

Domingo, 23 de septiembre de 2018

GANTE


Gante, en neerlandés Gent está situada en la confluencia del río Lys con el Escalda y cuenta con un cuarto de millón de habitantes.


Actualmente es la ciudad flamenca con mayor número de edificios históricos, una intensa vida cultural y una situación privilegiada, entre Brujas y Bruselas, a media hora de ambas en tren.


Gante, además de brindar un interés arquitectónico elevado, ofrece diversos museos, muchas tiendas, restaurantes y una vida nocturna emocionante con numerosos conciertos. Cualquier noche es buena para disfrutar de jazz gratuito en alguno de los numerosos bares que existen en la ciudad. Gante es muy importante en el sentido económico, ya que por el canal que llega a Terneuzen, los barcos pueden arribar desde el mar hasta el puerto. Es centro turístico e industrial de Flandes Oriental.



El día de hoy ha sido muy ajetreado. Hemos desayunado a las 07:45 y hemos salido del hotel a las 08:30, llegando a Gante a las 09:30. Chispeaba ligeramente. El guía que llevamos hoy se llama Nacho, es natural de Badajoz, unos 35 años, muy simpático y con facilidad de palabra; también se le puede calificar de bueno.



Hemos visitado todo Gante andando y Nacho nos fue explicando las peculiaridades de los lugares por donde transitábamos. Entre otros sitios interesantes, vimos por fuera el castillo donde Juana I de Castilla alumbró a Carlos I. El Castillo de los Condes de Flandes fue construido a finales del siglo XII por Felipe de Alsacia. Ubicado en pleno centro de Gante, sirvió como gran elemento defensivo ya que permitía la vigilancia y el control desde lo alto de la torre. En la actualidad se encuentra perfectamente restaurado y todavía conserva a su alrededor el foso medieval con agua, recreando perfectamente sus orígenes.


La Torre del Campanario (Belfort) fue construida en 1313, y simboliza la autonomía de la ciudad y el enorme poder de los gremios medievales. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.



La Iglesia de San Nicolás fue construida en el siglo XIII sobre un templo más antiguo incendiado en 1176. Es un claro ejemplo del gótico escaldiano.




La Catedral de San Bavón es un espléndido edificio que mezcla los estilos románico, gótico y barroco. La iglesia adquirió relevancia porque aquí fue bautizado en 1500 el emperador Carlos I de España y V de Alemania.


El Ayuntamiento es un edificio magnífico con una variedad excepcional de estilos. El gótico flamígero de la fachada de la calle Hoogpoort, contrasta con el sobrio estilo renacentista de la fachada del Botemarkt.


A las 11:00 hemos tenido tiempo libre. Pedro y yo hemos entrado en un café y cuando salimos, 11:20, pues habíamos quedado a las 11:30 en el punto de encuentro, llovía a cántaros.

Nos dirigimos bajo la intensa lluvia en autobús hacia Brujas.

BRUJAS


Brujas (en neerlandés Brugge), es la capital de la provincia de Flandes Occidental y su núcleo urbano cuenta con una población de unos 120.000 habitantes.

Es interesante destacar que en neerlandés “brug” significa “puente”, y que esta ciudad ostenta como nombre el plural de esta palabra, debido a la gran cantidad de puentes que en ella existen.


El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000. Aunque en gran parte ha sido reconstruido, dicho centro urbano es uno de los más grandes atractivos europeos, ya que mantiene intactas las estructuras arquitectónicas medievales. Al igual que otras ciudades, como Ámsterdam, Gotemburgo o Hamburgo, Brujas es conocida como la Venecia del norte debido a la gran cantidad de canales que atraviesan la ciudad y la belleza de los mismos.


Llegamos y estuvimos dando un gran paseo, pese a que llovía a cantaros y ya todo lo que vimos fue de mala manera. Apenas pude hacer unas cuantas fotos recorriendo varios canales.

Fuimos a comer a las 13:30, de primero sopa de tomate y cebolla muy rica y de segundo redondo de cerdo a la mostaza con guarnición de lechugas con limón y patatas fritas. De postre mousse de chocolate.


Cuando acabamos de comer, sobre las 15:00 seguimos visitando Brujas como pudimos, pues la lluvia no paraba.

Fuimos a una degustación de chocolates y a las 16:00 nos dieron tiempo libre en la plaza mayor de Brujas. Pedro y yo fuimos a un café de la plaza y allí estuvimos hasta las 17:00 en que estábamos en el punto de encuentro en la arcada del Ayuntamiento en la Plaza del Mercado, la Gran Plaza.


Seguía lloviendo y nos encaminamos hacia el autobús. Andando, unos 20 minutos, y aquí vino mi desastre. Como llovía a cántaros me metía debajo del paraguas de Pedro (yo no llevé paraguas que me hubiera impedido hacer fotos) y me encorvaba cada vez más. Yo notaba que me costaba andar y me separé de Pedro e inicié por mi cuenta un recorrido cada vez más rápido y noté que poco a poco me fallaban las fuerzas en las piernas, hasta que acabé cayendo. Hubo suerte dentro de todo, pues caí sobre tierra húmeda (todo estaba mojado y lleno de charcos) y no me hice gran daño, ni lo sufrió el bolso ni la Leica que iba en su funda cerrada. Enseguida me recogieron entre dos o tres samaritanos, entre ellos un compañero enfermero y otro que había sido dependiente de farmacia por más de 40 años, y tras tomarme el pulso, calmarme y comprobar que estaba bien, seguimos al autobús.


Llegamos al coche a las 17:30 y salimos hacia Bruselas, lloviendo y con atasco. Estábamos en Bruselas a las 19:30 con el tiempo justo para ir al baño y bajar para dirigirnos al restaurante.

Cenamos de primero una ensalada variada con huevo duro, remolacha, verduras, zanahorias, que aliñé con aceite y vinagre, y de segundo, para sorpresa nuestra, trucha, aunque muy insípida, con patatas de guarnición. De postre una manzana.

Mañana hay que madrugar. He puesto el despertador a las 06:30 para desayunar a las 07:00 y a las 07:45 estar con la maleta en el autobús.

Lunes, 24 de septiembre de 2018

LA HAYA


La Haya, en neerlandés Den Haag, es la tercera ciudad más grande de los Países Bajos, después de Ámsterdam y Róterdam. Cuenta con una población urbana de medio millón de habitantes, que suman un millón en el área metropolitana.


La Haya es la sede del gobierno pero no su capital. Según la constitución neerlandesa, dicha dignidad corresponde a la ciudad de Ámsterdam. Como centro administrativo del país, en La Haya se encuentran los Estados Generales de los Países Bajos, la Corte Suprema y el Consejo de Estado. En la ciudad reside y trabaja el rey Guillermo Alejandro. La Haya es también la sede de todas las embajadas extranjeras y ministerios gubernamentales del país, al igual que de un gran número de organizaciones internacionales, incluyendo la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional y Europol.



Salimos a las 08:00 de Bruselas. Llegamos a la Haya sobre las 11:15. Tenemos nuevo guía, también muy bueno, Rolando, de unos 50 años, hijo de padre holandés y madre argentina.



Tomamos un café y luego hemos dado un paseo por la zona monumental, que incluía la residencia del rey, hasta las 13:30 en que hemos comido una especie de ensalada con atún, mayonesa, tomate y de segundo filete empanado de cerdo con guarnición de ensalada y patatas fritas; de postre una tarta de manzana.


Acabada la comida hemos salido hacia Ámsterdam

ÁMSTERDAM

Ámsterdam es la capital oficial de los Países Bajos. La ciudad está situada entre la bahía del Ij, al norte, y a las orillas del río Amstel al sureste. Fue fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero. Sin embargo, en la actualidad es la ciudad más grande del país (800.000 habitantes y 1,5 millones en su área metropolitana) y un gran centro financiero y cultural de proyección internacional.


Cabe destacar que Ámsterdam forma parte de la gran conurbación neerlandesa llamada Randstad (junto con las ciudades de La Haya, Róterdam y Utrecht) que cuenta con más de 6,5 millones de habitantes. Este núcleo es una de las conurbaciones más grandes de Europa.


El centro histórico de la ciudad fue construido en gran parte en el siglo XVII y es hoy en día uno de los centros históricos más grandes de Europa. En aquella época se construyeron una serie de canales semicirculares alrededor del casco antiguo ya existente en la ciudad. Después se edificaron las nuevas calles que ahora habían sido creadas con casas y almacenes en un estilo típico neerlandés que es una de las imágenes más famosas de Ámsterdam y del país. Al igual que otras ciudades de Europa septentrional con abundancia de agua, como Brujas, Hamburgo o Estocolmo, es conocida coloquialmente como la “Venecia del Norte”.


Aunque durante casi toda su historia (excepto entre 1808-1810) ha sido la capital oficial de los Países Bajos, nunca ha sido la sede de la justicia, el gobierno o el parlamento neerlandés, ya que todos estos órganos se encuentran en la ciudad de La Haya, que por tanto es la principal ciudad del país con respecto a política y justicia.


En Ámsterdam se encuentran muchos museos de fama internacional, como el Rijksmuseum, el museo de arte moderno Stedelijk Museum y el Museum het Rembrandhuis o Museo de la Casa de Rembrandt que fue el hogar y taller del pintor y exhibe una interesante colección de aguafuertes de su autoría; el Museo Van Gogh, que posee la mayor colección de pinturas de Van Gogh en el mundo. También la casa de Ana Frank, convertida en museo, es un destino turístico muy popular, así como el Museo Amstelkring en cuya buhardilla se encuentra una iglesia católica clandestina del siglo XVII.


También en esta ciudad se encuentra la conocida fábrica de cerveza Heineken, que también tiene su museo.

Por último, y para los amantes de la música, la prestigiosa sala de conciertos Concertgebouw es sede de la igualmente famosa orquesta sinfónica Orquesta Real del Concertgebouw, que dio su primer concierto en 1888.


Hemos recorrido la ciudad bajo el mando de Rolando, y muchos de los lugares citados anteriormente nos fueron mostrados según andábamos, tales como la iglesia católica clandestina o la Casa de Ana Frank.


Luego, nos han llevado a un establecimiento de talla de diamantes donde nos han mostrado el trabajo de estas gemas.

Antes de finalizar este apartado sobre la capital de Holanda, no puedo dejar de hablar de las bicicletas. Jamás en la vida vi tanta bicicleta junta, es realmente extraordinario, y todo lo que se diga es poco. El lado negativo, el cuidado que hay que tener cuando se anda por las calles de Ámsterdam, pues es fácil introducirse en el carril bici sin darse cuenta, eso sin contar con que los ciclistas van siempre a su aire y dando por hecho su prioridad en todo momento.


Llegamos al hotel sobre las 19:30, cansados pero contentos, pues el día, climatológicamente hablando, en comparación con el de ayer, ha sido muy bueno, con sol.

Estamos en el Hotel Ibis, me han dado la habitación 404 que deja mucho que desear, aunque el baño es bueno.

Cenamos a las 20:00 horas de bufé, con una gran cola, y unas mesas muy estrechas. He tomado una especie de ensalada aceptable y unas rodajas de salmón al horno bastante bueno con patatas panaderas. De postre tarta de manzana, igual que a mediodía.

Mañana desayunaremos a las 08:15 y saldremos del hotel a las 09:00

Martes, 25 de septiembre de 2018

URK


Seguía con nosotros de guía Rolando. Fuimos primero al pueblecito de pescadores de Urk, donde estuvimos paseando algo más de una hora. El tiempo climatológico seguía siendo muy bueno.


Urk es un municipio de la provincia de Flevoland que fue una isla del Zuider Zee hasta su cierre en 1932, y luego, hasta 1939, del Ijsselmeer. Tiene una población de 20.000 habitantes.


Hasta la conclusión en 1939 del dique que unía Urk con el continente en Frisia, cerca de Lemmer, Urk era una isla habitada por una comunidad cerrada y con un dialecto propio. En 1942 quedó conectada a tierra seca por Noordoostpolder.


Cuenta con astilleros tradicionales, casas de pescadores y un pequeño faro. También hay una pequeña playa arenosa.


La economía de la población se ha sustentado tradicionalmente en la pesca, el turismo y las artes gráficas.


Una vez recorrido el bonito y apacible pueblo bajo el mando de Rolando, salimos en autobús hacia

GIETHOORN



Esta “Venecia del Norte” es un romántico pueblecito situado al noroeste de Holanda en la provincia de Overijssel. Sus granjas del siglo XVIII de tejados de paja solo se pueden visitar desde el agua o cruzando alguno de sus 170 puentes de madera.



Surgió como un asentamiento de extractores de turba. Con la extracción de la turba florecieron multitud de charcas y lagos, y para transportarla se cavaron canales y acequias. Las casas de Giethoorn se construyeron en las islas que quedaban entre medias. El acceso a las mismas se produce por medio de altos puentes o con una barca típica llamada “punter”. En invierno, los canales helados se convierten en pistas de patinaje.



Podemos decir sin temor a exagerar, que Giethoorn es quizás el pueblo más bello de Holanda. Todos los adjetivos que se nos ocurran se quedarán cortos para describir esta maravilla de canales, puentes de madera y casas con techos de paja. Bucólico, romántico, idílico, todo eso es lo que pensamos al contemplar Giethoorn. En nuestro fuero interno no cesaremos de preguntarnos cómo será vivir allí, y que es un lugar mágico.


Así pues, dimos un paseo muy bonito en barco de algo más de una hora, que aproveché para hacer varias fotos que espero den una ligera idea de lo que es este pueblecito maravilloso.


Sobre las 14:00 hicimos la comida, de primero una ensalada muy bien aliñada; de segundo pollo con una salsa muy buena con guarnición de verduras y patatas fritas; de postre helado con nata.

OOSTERSCHELDE, el Gran Dique

Salimos a las 16:00 en dirección al Gran Dique, en  Oosterschelde, donde hicimos una parada y aproveché para hacer fotos. La obra, cuyo promotor, el ingeniero Cornelis Lely tiene un monumento en el lugar, impresiona, pues son 32 Km de largo de punta a punta, quedando a un lado un lago y al otro el Mar del Norte. Se inició en 1927 y se terminó en 1932, de modo que su promotor, que falleció en 1930 no la pudo ver terminada. Unas pocas líneas acerca de esta magna obra de ingeniería que no deja de asombrarnos.


El gran dique de Oosterschelde es conocido como la Octava Maravilla del Mundo. Es una de las grandes obras hidráulicas de la Historia de la Humanidad, y la muestra de que aún algunas veces el hombre es capaz de vencer a las fuerzas de la Naturaleza.


El Afsluitdijk (dique de cierre) es pues un dique que conecta el norte de Holanda Septentrional con la provincia de Frisia, en los Países Bajos, cerrando el Ijsselmeer y separándolo del mar de Frisia.


Tiene una longitud de 32 Km, una anchura de 90 m y una altura original de 7,25 m sobre el nivel del mar. Aunque inicialmente estaba previsto que por encima pasaran tanto una vía de tren como una carretera, al final, el espacio de la primera fue aprovechado para el ensanchamiento de la segunda, que actualmente es una autopista de dos carriles por sentido (la A7 entre Holanda Septentrional y Frisia o E22 europea). Un carril específico para bicicletas corre paralelo a la autopista.

La verdad es que visto in situ impresiona, con el lago a un lado y el mar al otro. Realmente asombroso…

ÁMSTERDAM

Seguimos nuestro camino hacia Ámsterdam a donde llegamos sobre las 18:45 y Ángela nos dio tiempo libre, tras mostrarnos el restaurante donde teníamos que cenar a las 19:45.

Pedro y yo nos tomamos un café y yo aproveché para comprar los clásicos imanes de frigorífico para regalo, media docena por 10 euros, muy bonitos con la leyenda de Ámsterdam y un molino que da vueltas.

La cena consistió en una sopa de champiñones y de segundo un filete de pescado con unas patatas guisadas y zanahorias. De postre una especie de mousse de fresa y nata.

Miércoles, 26 de septiembre de 2018

Sigue con nosotros Rolando. El programa de hoy va a consistir en ir en primer lugar al Parque de los Molinos, luego a Volendam, donde comeremos y por la tarde, que estaba prevista como libre, todos menos cuatro, nos hemos apuntado a la visita opcional de Ámsterdam, con el Barrio Rojo en primer lugar, luego una degustación de cervezas, para finalizar con un paseo en barco por los canales de la ciudad.

ZAANSE SCHANS (Parque de los Molinos)


Salimos del hotel a las 09:00 y llegamos a este lugar donde está el Parque de los Molinos. Tuvimos ocasión de presenciar cómo se elevaba el puente levadizo para que pasara un barco.




Aquí dimos un gran paseo y entramos en uno de los molinos de especias para verlo en su interior.


Zaanse Schans es un museo al aire libre del pasado pre industrial de Holanda y tiene una colección de molinos históricos, la mayoría de más de 200 años que todavía están en uso, así como una buena colección de casas y museos históricos.



Zaanse Schans es uno de los atractivos turísticos de la zona y de Ámsterdam, de la que llegan muchos visitantes. Adicionalmente es un punto de especial interés del ERIH (European Route of Industrial Heritage). El conjunto turístico atrae aproximadamente a 900.000 visitantes anuales.




Dado el buen tiempo climatológico de que disfrutábamos, pude hacer unas cuantas fotografías, que pese a la dificultad que supone “lidiar” con un grupo de 50 personas, espero que puedan dar una muestra de lo que significa este lugar.


Seguimos camino hacia Volendam.

VOLENDAM


Volendam es una pequeña ciudad portuaria perteneciente a la comuna de Edam-Volendam, al norte de Ámsterdam.

Su población se sitúa en torno a los 22.000 habitantes. Es una ciudad bastante turística, siendo sus zonas más visitadas el puerto y el casco antiguo. Es conocida por sus viejos barcos de pesca y porque todavía algunos residentes usan la ropa tradicional. El traje de las mujeres dispone de un sombrero alto y es de los más conocidos entre los trajes tradicionales holandeses, apareciendo con frecuencia en tarjetas postales y carteles turísticos.


Como dato curioso, la mayoría de la población es católica y esta religión está profusamente ligada a la cultura del pueblo. Históricamente, muchos misioneros y obispos nacieron en Volendam.


Aquí estuvimos dando también un paseo por el pueblecito, muy pintoresco y entramos en un lugar donde vimos una película de unos 7 minutos sobre las peculiaridades de Holanda.


En el mismo recinto, con un mapa clásico de pared como los de mis tiempos de colegial, Rolando nos explicó de una forma muy didáctica y absolutamente comprensible, la construcción del Gran Dique, y el sistema de esclusas y todo lo relacionado con la lucha contra el agua de los holandeses, que nos quedó clarísima.


Comimos a las 13:00 horas, de primero una sopa de verduras muy aguada y de segundo un filete de pescado que estaba bastante bueno con salsa tártara y guarnición de verduras y patatas fritas. De postre, helado.


Seguimos camino después de comer y regresamos a Ámsterdam para efectuar en la tarde de hoy la visita opcional que no figuraba en el programa y que iba a consistir en primer lugar en el recorrido del Barrio Rojo, luego una degustación de cervezas y por último un paseo en barco por los canales de la ciudad.

ÁMSTERDAM

Aquí, hicimos dos grupos que nos fuimos alternando en las visitas a hacer al Barrio Rojo y a la cervecería. A nosotros, Pedro y yo, nos tocó ir con Rolando, pues había una segunda guía de refuerzo que acogió a otra parte del grupo.



Fuimos en primer lugar paseando hacia el pintoresco Barrio Rojo. Aquí, como muy claramente nos indicó Rolando, no se podía hacer fotos a los escaparates donde se exhiben las prostitutas. Pudimos ver a bastantes de ellas tras las vitrinas.




El Barrio Rojo se encuentra entre las zonas más populares de la ciudad. Su nombre, Rosse buurt en neerlandés o Red Light District en inglés, le viene dado por el color de las luces que iluminan los locales donde se exhiben, en una especie de escaparates, las prostitutas que trabajan en esta zona de la ciudad. La prostitución en los Países Bajos está completamente legalizada en las zonas designadas para ella, donde las prostitutas tienen derecho a la seguridad social y paro.



La Zona Roja, denominada coloquialmente De Wallen en referencia a los muelles (wall) de dos canales que lo cruzan, está ubicada en pleno centro de Ámsterdam.


Cuando acabó el paseo fuimos a un bar donde había degustación de cervezas, hasta tres variedades, cada una de ellas cada vez más fuerte; la última tenía 11 grados.


Cuando acabamos, ya todo el grupo de expedicionarios, fuimos a dar un paseo en barco de una hora por los canales de Ámsterdam, francamente interesante, relajante y muy bonito.

Terminamos el paseo sobre las 18:30 y en autobús nos dirigimos de nuevo a

VOLENDAM

Aquí teníamos la llamada cena campesina, pero la visita era variada.

En primer lugar nos disfrazaron de “holandeses” y nos hicieron una foto a todo el grupo (de la que Ángela nos dio una copia a cada uno ya en el autobús de regreso al hotel); luego estuvimos presenciando una demostración sobre quesos holandeses y la manufactura de los famosos zuecos.


Después hubo degustación de quesos, y una parte muy importante de la expedición no se resistió a las habituales compras.

Pasamos por fin a la cena, que fue de tipo bufé. Tomé unos albondigones con arroz y de postre tarta helada y helados variados.

Regresamos al hotel con la perspectiva de dejar todo preparado esta noche, pues mañana, los expedicionarios que nos dirigimos a Madrid, nos tenemos que pegar un gran madrugón.

Jueves, 27 de septiembre de 2018

Pongo el despertador a las 04:15. A las 05:00 nos recoge el autobús para llevarnos al aeropuerto, pues el avión sale para Madrid a las 07:35. En el hotel nos dan una pequeña bolsa de picnic con sándwiches y bebida.

Se produce una pequeña incidencia. Una de los expedicionarios ha perdido el DNI de modo que cuando llegamos al aeropuerto, el guía que nos acompaña tiene que ir junto con la viajera a poner la correspondiente denuncia. El resto de pasajeros nos dirigimos al mostrador de facturación de Iberia donde todos, incluyendo a la viajera que perdió el DNI, podemos facturar nuestro equipaje y recoger las tarjetas de embarque; me dan el asiento 23 D, pasillo, igual que a Pedro, que tiene el 23 C.

Pasamos el control de seguridad sin incidentes, el avión despega poco antes de las 08:00 y a las 10:10 estamos en Madrid. Tras una larga espera de casi una hora salen nuestras maletas. Pedro y yo nos despedimos del resto de expedicionarios y nos dirigimos a la cola de los taxis. Allí nos despedimos… Poco después de las 11:30 estoy en casa.

Ha sido un viaje estupendo con un par de lunares negativos, achacable, el primero, a las fuerzas de la Naturaleza: el día de fuerte lluvia en Brujas, y el segundo a la deficiencia del hotel en Ámsterdam. Por el resto, hay que decir que el viaje estuvo muy bien organizado con unos guías locales, incluyendo a Ángela que nos acompañó durante toda la semana, extraordinarios. Un 8 sobre 10 para el Club de Vacaciones y El Corte Inglés. Punto final.

Juan José Alonso Panero

Las Rozas de Madrid, 4 de octubre de 2018