jueves, 6 de noviembre de 2025

 

MARRUECOS

Nuevo viaje con la Hermandad de Jubilados de los ministerios de Comercio, Economía y Hacienda, esta vez al norte de Marruecos. La Hermandad había designado esta excursión como “El tiempo entre costuras”, en alusión a la famosa novela de María Dueñas, de ese mismo nombre. Tengo que decir que nada más ver el viaje anunciado me dio una gran alegría y no dudé en ningún momento de apuntarme a él de inmediato.



Había conocido el sur de Marruecos todavía en vida de mi esposa Eloísa y aprovechando la estancia de mi hijo Mariano como becario de ICEX en la oficina comercial de España en Rabat. Yo todavía estaba destinado como agregado comercial en Estambul cuando viajé la primera vez con mi esposa y estuvimos en Rabat, Casablanca y Marrakech; luego, ya viudo en 2002, disfruté la etapa final de Mariano para desplazarme de nuevo a Marruecos y conocer también Fez. Debo decir que guardo un recuerdo imborrable de ambos viajes.


En esta ocasión, y antes de iniciar este nuevo periplo, volví a releer la novela de María Dueñas 15 años después de haberlo hecho por primera vez, pues se suponía que íbamos a visitar muchos de los lugares protagonistas de la novela, y sobre todo de la serie que siguió al libro y que yo nunca visioné. La realidad fue menos propicia y realmente sólo vislumbramos algún que otro lugar, y de pasada, de los que protagonizan el libro.

Creo que este es el lugar para decir que el Marruecos que he conocido en esta ocasión no difiere mucho del que conocí hace casi un cuarto de siglo. Prácticamente no han variado ni en las infraestructuras ni en las costumbres. No quiero ser injusto, pero desde mi punto de vista personal, mucho tienen que cambiar si quieren incorporarse a la modernidad.

Antes de iniciar el relato, como siempre hago, informo que mis fotografías han sido realizadas todas con un teléfono móvil Samsung Galaxy A40. Incluyo también numerosas fotos de otros compañeros de viaje; espero no haberme confundido en la autoría de las fotografías, así como en los lugares que retratan.

En cuanto a la parte cultural de esta historia, he utilizado para confeccionarla la Wikipedia, así como lo relatado por nuestro guía Eliah.


Lunes, 20 de octubre de 2025

Los viajeros somos 21 en total con mayoría femenina, como habitualmente, en esta ocasión 15 a 6: Baltasar Balbuena y esposa, Elena Romero, Pilar Cerrada, José Miguel y esposa Mª Jesús, Purificación Rodríguez, Concha Borrego, Francisco Javier Gutiérrez, Ramiro González, Ana Monje Encinas, Mercedes Pérez Ajero, Milagros, Juan Carmona y su esposa Mª Victoria, Amparo Campa, y quien suscribe estas líneas. Me quedan cuatro compañeras en el tintero que no he logrado recordar; espero que me perdonen.


El vuelo IB1361 tenía su hora de salida a las 11:25 pero lo hicimos con un retraso de casi una hora. Llegamos a Tánger sobre las 14:00 horas de la península española, las 13:00 locales.

Nos esperaba un propio de la agencia Ideatur que apenas hablaba español y no coordinaba en absoluto, de modo que entre pasajeros que fueron a cambiar moneda y otros a comprar determinados artículos en el aeropuerto, perdimos casi una hora hasta que estuvimos reunidos los 21 viajeros en el autobús.

XAUEN

Xauen es capital de la provincia del mismo nombre. Está situada en el norte del país, en las estribaciones de las montañas del Rif, cerca de Tetuán. Pertenece a la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas. Ronda los 45.000 habitantes.


El nombre Xauen proviene de la locución bereber para “los cuernos”, en referencia a los dos picos visibles desde la ciudad. Una creencia popular afirma que el nombre de Chefchauen procede del árabe coloquial shuf (mira) y el bereber arabizado ashawen (los cuernos), pero no hay evidencia alguna de ello. La forma abreviada del nombre de la ciudad pasó al español inicialmente como Xauen, aunque desde tiempos recientes se utiliza más la forma Chauen.


La ciudad fue fundada en 1471. Su población original estuvo compuesta sobre todo por exiliados de al-Ándalus, tanto musulmanes como judíos, razón por la cual la parte antigua de la ciudad tiene una apariencia muy similar a la de los pueblos andaluces, con pequeñas callejuelas de trazado irregular y casas encaladas (frecuentemente con tonos azules).


Xauen fue durante siglos una ciudad considerada sagrada, donde se prohibía la entrada a los extranjeros. Por esta razón se ha mantenido con pocas alteraciones toda su fisonomía medieval. Los cambios en la estructura urbana y poblacional de Xauen son muy recientes.


Tras el establecimiento del protectorado español de Marruecos (1912), se produjo la presencia en Xauen de personas occidentales. Cuando los españoles llegaron, la ciudad tenía una importante población judía sefardí que hablaba judeoespañol.


Durante la presencia española se estableció en la ciudad el grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Xauen Nº6. En el Plan de Ordenación Urbana de la ciudad de 1944 intervino Pedro Muguruza. De la promoción de turismo de Xauen con el reclamo de su importante patrimonio histórico es testimonio el hotel Parador de Xauen, que sin embargo no pertenecía a la red de Paradores de España.


Fue en Xauen donde se produjo la ceremonia de traspaso de la soberanía de la región a Marruecos, arriándose la bandera española, en 1956.


Como en otras ciudades que pertenecieron a España, una parte de sus habitantes sabe español con competencia limitada. En la actualidad Xauen es un importante centro turístico, donde destaca el antiguo caravasar (caravanserai), ocupado ahora por pequeñas tiendas y artesanos. Por ello ha atraído a inmigrantes de otras zonas de Marruecos, principalmente del sur. Está considerada como una “Ciudad Santa”.

Nuestro tiempo en Xauen

Tardamos casi tres horas en recorrer los 118 Km que separan a Tánger de Xauen, donde nos esperaba el guía de la agencia, Eliah, que hablaba un español fluido, y otra pequeña odisea para llegar al restaurante Triana desde el lugar donde nos dejó el autobús. Unos lo hicieron a pie desafiando las grandes cuestas que encontramos y otros tras las oportunas gestiones de Elena con el guía Eliah, lo hicimos en taxi. Cuando comenzamos el almuerzo era la hora de la merienda, pasadas ya las 16:00 horas locales, para nosotros las 5 de la tarde.


 Comí con Pilar Cerrada, Juan Carmona y su mujer Mª Victoria en el restaurante Triana, de primero una ensalada marroquí, luego tajín de ternera con ciruelas y almendras, francamente muy bueno, y una copa de fruta variada de postre, agua y té a la menta. Pilar nos invitó a ¡cerveza Estrella Galicia! La comida resulto perfecta, tanto por lo que consumimos como por la agradable compañía.


Fuimos andando al hotel, próximo, donde ya estaban nuestras maletas, y nos distribuyeron las habitaciones además de darnos las contraseñas para la Wifi.


Bajé a cenar sobre las 21:00 horas aunque aún tenía la comida en la boca; fue bufé. Después de la cena hubo quien se aventuró a dar un paseo nocturno por Xauen.


 

Martes, 21 de octubre de 2025

Desayuné a las 08:00 horas y a las 09:00 estábamos ya todos en la recepción del hotel con nuestras maletas que fueron llevadas en varios coches a nuestro autobús.

Iniciamos un largo paseo por Xauen de casi dos horas, realmente precioso y que por sí solo ya habría merecido el viaje.

 

TETUÁN

Tetuán (en árabe titwan o tatwan; en lenguas bereberes tittawin) en ocasiones conocida con el sobrenombre de “La paloma blanca”, está ubicada en las proximidades del mar Mediterráneo, cerca de Tánger y de la ciudad española de Ceuta. Cuenta con cerca de 400.000 habitantes. Antigua capital del protectorado español de Marruecos, en la actualidad es residencia veraniega del actual monarca Mohamed VI. Es la ciudad de Marruecos con más rasgos andalusíes.


Tetuán fue ocupado por los españoles el 19 de febrero de 1913. Entre 1913 y 1956 fue la capital del protectorado español de Marruecos.

En este periodo se convierte en una ciudad moderna, experimentando un gran desarrollo económico y cultural al desarrollarse en Ensanche de Tetuán (1913-1956) de unas treinta hectáreas de extensión junto a la Medina para acoger a la población civil y militar española. En él se encontraban los principales edificios de Tetuán, como el Ayuntamiento, Juzgados o centros educativos, en estilos historicista y neoherreriano, regionalista (neomudéjar), art decó y modernista.

La influencia del protectorado ha seguido siendo importante incluso después de la independencia del país. De este periodo data la construcción del aeropuerto Sania Ramel (1913), Ateneo Científico y Literario Musulmán (1916), Pasaje Benarroch, el centro educativo de la Compañía de María, actualmente Instituto Español Nuestra Señora del Pilar (1914), Delegación de Asuntos Indígenas, actual Escuela de Enfermería, el Casino Español (1920), Centro Médico, Archivo de la Delegación de Cultura (actual oficina de Turismo), el Mercado, el periódico La Gaceta de África (1930) y el ferrocarril Ceuta-Tetuán (1918). Se puede señalar además la pionera Escuela Ahlia (1925), la primera escuela árabe islámica de enseñanza moderna del norte de Marruecos para la élite nacionalista marroquí.


Muchos habitantes han conservado el castellano como segunda lengua, lo que se refleja en los rótulos de numerosas calles y comercios. El gobierno marroquí, sin embargo, ha visto esta diferencia respecto al resto del país (donde la segunda lengua es el francés) como un posible aliciente para las reivindicaciones autonomistas que siempre ha tenido el norte de Marruecos, por lo que ha hecho todo lo posible para erradicar el uso del castellano en la zona.


En la actualidad, el idioma español es poco utilizado entre las personas jóvenes, algo más entre las de mediana edad y mucho entre las mayores. En ello influye también la afluencia de inmigrantes procedentes de otros lugares de Marruecos. Cabe también señalar la existencia de varios centros de enseñanza españoles en dicha ciudad: el colegio español Jacinto Benavente (de enseñanza primaria), el Instituto Español Nuestra Señora del Pilar (de enseñanza secundaria) y el Instituto Español Juan de la Cierva (de formación profesional).

La ciudad antigua, o Medina de Tetuán, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se emprendieron importantes tareas de restauración en las que participó la Junta de Andalucía, habida cuenta del origen andalusí de gran parte del casco viejo. Desde 1999 ha sido la principal residencia veraniega del actual monarca marroquí Mohamed VI.


Tetuán está enclavada en una región agrícola, lo que la convierte en el centro comercial de los productos cultivados en la zona como cereales, cítricos, fruta y hortalizas. El resto de la actividad se reparte entre la cría de ganado y la artesanía. Cuenta, además, con establecimientos especializados en la manufactura de productos derivados del tabaco, jabones, fósforos, harina, tejidos y materiales de construcción, aunque las industrias principales son la conserva (pescado), la de artes gráficas y la producción de muebles.


Como curiosidad, el Atlético Tetuán es el único equipo de África continental que ha jugado en la Primera División de Fútbol española; fue en la temporada 1951-52, aunque quedó el último y descendió a la Segunda División. Su puesto en la clasificación histórica de la primera división española de fútbol es el número 62. En mi niñez tinerfeña, aún recuerdo tener cromos del Atlético Tetuán antes de la independencia de Marruecos.

Nuestro recorrido por Tetuán


Luego, ya en el autobús nos dirigimos hacia Tetuán, 61 Km que hemos tardado hora y media en recorrerlos por carreteras casi tercermundistas con niños vendedores en el arcén cada 5 ó 6 Km.


Dada la hora en que llegamos, nos fuimos directamente a comer en un restaurante de la medina; aquí, con la connivencia de nuestro guía se unió “un propio” a la expedición supuestamente para ordenar nuestro recorrido, lo típico para poder acogerse a una propina. Nos llevó un rato de camino, con cuesta en muchos tramos, llegar al restaurante. Comí en una mesa con Elena, Concha, Amparo, Puri y Ramiro. De primero una sopa aceptable y de segundo un tajín de pollo que no estaba mal pero nada que ver con el de ayer; de postre unos dulces parecidos a polvorones y té a la menta. Agua de bebida que querían cobrarla; tras la intervención de Elena y una llamada del guía a la agencia se resolvió el asunto. Por supuesto nada de cerveza o vino, ni pagándolo. El restaurante era el típico para turistas con músicos que interpretaban unas melodías autóctonas que a mí me pareció estridente. A lo mejor soy injusto, pero es lo que siento.

Después de comer estuvimos una hora recorriendo la medina de Tetuán que era interesante, aunque a mí, que lo pasaba mal durante mi destino en Estambul cada vez que tenía que ir al Gran Bazar o al Bazar Egipcio, me pareció un “deja vu” que se me hizo algo pesado.

Después hicimos un recorrido a pie por las calles de Tetuán llegando hasta el centro donde está el palacio real en una gran explanada, que acoge todos los veranos al actual rey Mohamed VI.


Si la hora de recorrido por la Medina fue un tanto aburrida, la tarde acabó peor. Recorrimos nuevamente la medina en un camino que a todos nos pareció un sinsentido durante cerca de una hora hasta que llegamos a una farmacia con artículos de belleza donde hacían una presentación con el ánimo de que los presentes se dejaran los dineros en la compra. De los 21 picaron 17; yo no estaba entre ellos. A la salida de la farmacia el “propio” que se nos había unido solicitaba la oportuna propina; creo que nos pusimos de acuerdo y le dimos entre todos 20 euros.


Luego, ya en el autobús hicimos un recorrido por las principales calles de Tetuán que tiene un aire profundamente andaluz, y nos dirigimos al hotel La Paloma donde nos dieron las habitaciones y las contraseñas para la Wifi.

Cena de bufé.

 

Miércoles, 22 de octubre de 2025

El día comenzó con sorpresa. Fui al baño de forma normal, pero cuando subí del desayuno sentí retortijones y tuve que ir corriendo al cuarto de baño. Asustado me tomé dos Fortasec y bendije la hora en que el pasado domingo, comiendo en casa de mi hija, tanto Marisa como mi hijo Mariano me dijeran que no me olvidara de meter el anti diarreico en la maleta; a mí ni se me había pasado por la cabeza, de modo que si no es por mis hijos hubiera padecido un drama mucho peor de lo pasado. Todavía antes de abandonar la habitación ya con mi maleta, tuve que ir nuevamente al baño deprisa y corriendo; asustadísimo me tomé otra cápsula de Fortasec y ya afortunadamente la cosa paró, pero las primeras horas de la mañana las pasé acongojado pensando qué pasaría si me entraba un retortijón en el autobús o en plena calle. Gracias a Dios todo transcurrió con normalidad.

Esta mañana hemos salido de Tetuán a las 09:30 y llegamos a Tánger tras recorrer los 45 Km que la separan de Tetuán ¡una hora y media después! sobre las 11:00; una tortura.

 

TÁNGER


Tánger, según nos dijo Eliah es la segunda ciudad de Marruecos tras Casablanca. El guía nos apuntaba que debido a la gran riada de personas que se han desplazado del mundo rural hacia esta gran ciudad, sus habitantes se cuentan en 3 millones, tres veces la cifra oficial que en 2022 apuntaba a 974.000 habitantes. ¿Quién tiene razón?

Tánger está ubicada en las proximidades del estrecho de Gibraltar. Bañada por las aguas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, es la capital de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas. Durante parte del siglo XX constituyó un protectorado internacional hasta la incorporación de la ciudad a Marruecos con la independencia del país en 1956.


Su ubicación geográfica la convierte a fines del siglo XIX y comienzos del XX en un centro de la diplomacia europea y para la actividad comercial de Marruecos. En 1923 España, Francia y el Reino Unido firmaron un acuerdo en París, el Protocolo de Tánger, por el que se establecía el condominio de estos países en lo que pasará a ser conocido como Zona Internacional de Tánger. En 1928 se incorporarían al acuerdo también Bélgica, Países Bajos, Portugal, Suecia e Italia, y en 1945 la Unión Soviética al finalizar la Segunda Guerra Mundial.

El Estatuto Internacional de Tánger propició la formación de una sociedad cosmopolita en la que musulmanes, judíos y cristianos convivían con ejemplar respeto. Una ciudad en la que encontraron refugio hombres y mujeres de las más distintas tendencias políticas, morales e ideológicas. Tánger se convirtió –en un entorno internacional de limitaciones, prohibiciones y monopolios- en un paraíso fiscal en el que reinaba una total libertad de comercio. Llegó a tener en los años 50 del siglo pasado unos 200.000 habitantes, de los cuales 45.000 eran españoles.


Enclave multicultural de comunidades musulmanas, judías y cristianas, Tánger ha atraído por su ambiente cosmopolita y bohemio la atención de artistas como Pierre Loti, Francis Bacon, Paul Bowles, Jean Genet, Tennessee Williams, Jack Kerouac, Eduardo Haro, mi primo hermano Leopoldo María Panero, Arturo Pérez-Reverte, Sánchez Dragó o los Rolling Stones, todos los cuales vivieron o fueron visitantes de larga duración de la ciudad. El politólogo Jorge Verstrynge y la actriz Bibiana Fernández nacieron en Tánger.


En las décadas de 1940 y 1950, mientras la ciudad era una zona internacional, sirvió de refugio para artistas, zona de juerga para millonarios excéntricos, lugar de encuentro para agentes secretos y todo tipo de timadores. Por la ciudad también pasó Juan Goytisolo (al que por cierto conocí en mi destino de Estambul), que la menciona en Reivindicación del Conde Don Julián (1970). Desde 2007 Juan Goytisolo da nombre a la magnífica biblioteca del Instituto Cervantes de la ciudad.

Tánger es el segundo centro industrial de Marruecos después de Casablanca. Los sectores están diversificados e incluyen industria textil, química, mecánica, metalúrgica y naval. La ciudad cuenta con cuatro parques industriales, dos de los cuales tienen el estatus de zona franca. La Regie Renault mantiene una factoría de automóviles Dacia en esta ciudad, según nos dijo el guía Eliah; esta aseveración satisfizo mi curiosidad al ver la gran cantidad de coches de la marca Dacia que abundaban en las calles de Tánger, sobre todo los taxis, casi todos de esta marca.


La economía se basa fuertemente en el turismo. Los hoteles y alojamientos cercanos a las playas han crecido notablemente a través de inversiones extranjeras. Las compañías constructoras y de bienes raíces han mejorado en gran escala la infraestructura turística. La bahía que delimita el centro de la ciudad se extiende por más de 7 Km de costa. La agricultura regional es principalmente cerealera. La infraestructura urbana comprende un puerto marítimo de cargas y pasajeros, una marina y un puerto pesquero. El mercado artesanal en la ciudad vieja se especializa en cuero, manufacturas de madera y plata además de calzado y vestimenta tradicional marroquí. El aeropuerto internacional Ibn Battuta se encuentra a 15 Km al sudoeste de la ciudad.


Tánger es también una ciudad turística. A ella llegan turistas europeos, especialmente desde Francia y España. Entre los lugares de interés se encuentra su Medina, la Alcazaba, la gran mezquita y el Museo Dar El Mandoub. En los alrededores de la ciudad están las Grutas de Hércules y el Cabo Espartel. 

 

Nuestro recorrido por Tánger




Recorrimos la ciudad en autobús por las calles principales y luego subimos entre palacetes por un lugar que el guía nos dijo que se podía asemejar a La Moraleja madrileña. Al final de este trayecto llegamos al Cabo Espartel, donde se unen el mar Mediterráneo y el océano Atlántico; hay una bonita vista y a lo lejos se divisa España. Aquí bajamos del autobús y estuvimos estirando las piernas durante un rato y contemplando el precioso paisaje.



Nos subimos en el autobús y descendimos por la carretera haciendo una parada en las Grutas de Hércules, unas cuevas realmente interesantes.




A continuación nos fuimos a comer, lo hice en unión de Ramiro, una ensalada marroquí y pinchos morunos de cordero de primero y luego cuscús de pollo y verduras y de postre unos dulces parecidos a los baklavas turcos. El restaurante estaba en la medina y también era típico para turistas, con músicos, aunque menos estridentes que los de Tetuán. Aquí, el que quiso sí pudo tomar cerveza o vino pagándolo; Tánger es otra cosa, aún quedan lejanas reminiscencias de la internacional ciudad que fue un día.




Luego dimos un paseo por la medina y llegamos hasta el Museo de la Legación de EE.UU. y al cementerio judío, cuyo nombre figuraba en la puerta del recinto, así, en español, como se puede ver en la fotografía que inserto.



Tras este recorrido, cerca ya de las cuatro de la tarde, nos dirigimos al centro donde Eliah propuso a quienes quisieran, visitar unos establecimientos próximos de hilaturas. Una parte de la expedición se apuntó y otros decidimos esperar las cinco de la tarde, que era la hora propuesta para ir al hotel, en una céntrica plaza tomando unos tés a la menta. Yo me senté con Concha y Mª Victoria que se empeñó en invitarnos.





A las 17:00 descendimos hacia el lugar donde nos esperaba el autobús, junto al mar. Hicimos un pequeño recorrido por la ciudad en el que pudimos divisar la enseña nacional española en lo alto del edificio que alberga el Consulado General de España en Tánger, tal como se puede advertir en la fotografía de nuestro compañero Ramiro.



Llegamos al hotel, Hilton Garden Inn, bastante mejor que los de Xauen y Tetuán. Aquí nos distribuyeron las habitaciones así como nos facilitaron la contraseña para la Wifi.  Ya en el hotel, cena de bufé.

Mañana está prevista una excursión que no estaba incluida en el programa a una ciudad próxima a Tánger, 45 Km, Arcila o Assilah en su versión francesa. La visita tiene un precio, 30 euros por cabeza y será durante el transcurso de la mañana. Se apuntó casi todo el mundo, entre ellos yo. Por la tarde está previsto que visitemos la Alcazaba de Tánger.

El “pequeño problema”. Lo que viene a continuación es la “parte negativa” de mi viaje, y resalto el posesivo ya que fui el único de los 21 expedicionarios que sufrió el problema.

La gastroenteritis que hizo su aparición en Tetuán en la mañana de hoy antes de dejar el hotel, gracias a Dios no dio muestras de actividad durante el transcurso del día, pero tras la cena y al llegar la hora de acostarme comenzó un incesante ir y venir al baño cada veinte minutos. Pasé una noche infernal pensando que me deshidrataba; afortunadamente contaba con agua mineral en el hotel.

Al día siguiente, hecho un trapo, me levanté para ir a desayunar; lo hice en unión de José Miguel y Mª Jesús, y fue ella, la sabiduría de las mujeres, la que me dio la idea de bajarme dos yogures a la habitación ya que me iba a quedar encerrado allí. Informé a los compañeros que lógicamente no iba a ir a la excursión dado mi estado de salud.

Pasé el día en la habitación, la mayor parte del tiempo echado en la cama y levantándome de cuando en cuando para ir al baño, pese a haber seguido tomando el Fortasec.

Almorcé el solitario yogur e hice lo mismo para cenar. Durante el día tuve llamadas de varios compañeros para interesarse por mi salud, así como de la recepción del hotel.

 

Jueves, 23 de octubre de 2025


Todo lo que viene a continuación, incluidas las fotos, es ajeno a mí y lo narro gracias al testimonio de algunos compañeros así como a la Wikipedia, ya que pasé el día encerrado en la habitación del hotel.

Por la mañana, como ya se ha dicho, los expedicionarios visitaron la ciudad de Arcila.




ARCILA (ASSILAH)

Arcila está ubicada en la costa atlántica a 46 Km al sur de Tánger, en una llanura junto a una colina que bordea el mar. Cuenta con poco más de 2.000 habitantes. Es conocida por sus largas playas de fina arena.



En 1912 pasó a formar parte del Protectorado Español de Marruecos y El Raisuni se mostró como un aliado de España, pero de escasa fiabilidad ante su criterio cambiante durante la guerra del Rif. De manera definitiva en 1922 El Raisuni con su gran influencia sobre el territorio que dominaba, se sometió a las autoridades españolas. Durante el Protectorado y hasta la independencia de Marruecos en 1956 se estableció en Arcila el grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Larache Nº4.


Las murallas que rodean la ciudad fueron construidas por Alfonso V de Portugal en el siglo XV. En la zona del mar quedan antiguos cañones, Bab Homar o Puerta de Tierra, abierta bajo una torre tiene un escudo de armas del rey de Portugal. La Puerta del Mar, junto a la torre cuadrada portuguesa que domina toda la ciudad, se sitúa en la plaza Sidi Alí ben Hamdush, cuyo interior se dedica a exposiciones.

La medina está formada por casas blancas muy limpias y silenciosas con pinturas murales muy coloristas, el alumbrado público es original: “la linterna de Arcila”; las casas se están rehabilitando con bonito diseño neoárabe. El enlosado de las calles es obra de artistas locales. Destaca junto al mar un antiguo cementerio musulmán con tumbas de cerámica multicolor, y el mausoleo de Sidi Ahmed el-Mansur, saadí que reconquistó la ciudad tras la batalla de los Tres Reyes.


Dentro de la medina hay algunos edificios de la época del protectorado como las escuelas de Sidi Mohamed Alí Marzok, y junto a esta, la escuela coránica, obras de Larrucea de los años 1929-30. Su actividad económica se basa en el turismo.

La tarde de este día, se dedicó, según lo previsto, a la visita de la



Alcazaba de Tánger, también conocida como Kasbah. Es una antigua ciudadela fortificada en lo alto de una colina en el casco antiguo de la ciudad, con vistas al Estrecho de Gibraltar. Históricamente sirvió como centro administrativo y militar, y hoy en día es un área histórica de interés con el Museo de la Kasbah y calles pintorescas.


 

Viernes, 24 de octubre de 2025, Regreso a Madrid.

Dejamos el hotel sobre las 09:30, un par de horas antes aproximadamente de la salida de nuestro vuelo IB1362 a las 12:25 con llegada prevista a Madrid, hora local, a las 14:50.

Durante el vuelo, con una duración prevista de algo más de una hora, Ideatur había preparado un pequeño refrigerio consistente en una baguette de jamón ibérico, un muffin y un botellín de agua. Directamente le dije a la azafata que pasaba del muffin. Luego, apenas le di dos bocados a la baguette, y eso sí, bebí completo el botellín de agua.

El vuelo fue muy bueno y aterrizamos en Madrid 10 minutos antes de la hora prevista. Mi hija Marisa, enterada de todos mis problemas, me había dicho que venía a buscarme.

Sin tener que esperar maleta, ya que viajaba con un trolley, tras el recorrido en tren para llegar a la T4s y los trámites del control de pasaportes, salí a la sala de recepción, donde vi las manos de mi hija saltando para señalarse; también la acompañaba mi nieta Blanca. Cuando salí y las tuve a mi lado, me abracé a ellas y me eché a llorar sin poder remediarlo. Lo mal que lo había pasado y la emoción de verme de nuevo junto a los míos me pudo.

Transcrito lo anterior, tengo que poner el punto final al viaje. ¿Qué decir? Antes que nada, que sólo por la visita a Xauen ya valió la pena, pero en general todo fue positivo, pese a algunas deficiencias achacables a la agencia de viajes y al personal que desplazó para acompañarnos, aunque en el caso de Eliah debo decir que fue correcto y educado y siempre estuvo dispuesto a ayudar.

En lo que respecta a nuestra Hermandad, tengo que reseñar, pues es de justicia, los desvelos in situ de nuestro vicepresidente Baltasar Balbuena y nuestra secretaria Elena Romero para que todo fluyera convenientemente sorteando los pequeños obstáculos que se presentaron al paso, y gracias a ellos así fue.

Por lo que a mí respecta agradecer el cariño de toda la expedición sin excepción, que no dejó de preocuparse de mí en ningún momento tras los malos ratos pasados al final del viaje, que como yo digo, fue una pequeña piedra en el camino, pues el conjunto del viaje resultó muy positivo y francamente lo pasé muy bien… y ya pensando en el próximo.

Juan José Alonso Panero

Las Rozas de Madrid, 6 de noviembre de 2025