sábado, 27 de mayo de 2023

 

SAN MARTÍN DE VALDEIGLESIAS


Nueva excursión, esta vez a San Martín de Valdeiglesias, con la Hermandad de Jubilados de los Ministerios de Comercio, Economía y Hacienda el martes 23 del corriente mayo de 2023. Salimos de nuestra sede de Alberto Alcocer 2, en Madrid, a la hora prevista 09:30. Somos 36 los expedicionarios con mayoría femenina como suele ser habitual, 29 a 7. Formamos parte de la expedición, entre otros, pues seguro que me olvido a muchos, nuestra Vocal de Viajes Elena Romero, Jorge Baeza y su mujer Pilar, del Grupo de Viajes, Ángel Olano, Merche y su hijo Javier, Laura, mi vecina de Las Rozas Mari Carmen, Ramiro, Alfredo y Mª Antonia, mi amigo Pedro García Mamolar, Pilar Cerrada… y quien suscribe estas líneas.

Todas las fotos de este reportaje están tomadas con un teléfono móvil Samsung Galaxy A40.

San Martín de Valdeiglesias es un municipio perteneciente a la Comunidad de Madrid. Está situado en el extremo suroeste de la comunidad autónoma, lindando con las provincias de Ávila y Toledo. En 2022 su población ascendía a 8812 habitantes. El centro de la población dista 68 Km de la capital provincial y está ubicado en las proximidades del Pantano de San Juan, sobre el río Alberche a 676 metros de altitud.


La localidad tuvo gran esplendor en la Edad Media que se refleja en su casco urbano. La ciudad se levanta en la ladera de un cerro, resultando un entramado de calles en cuesta, destacando en la cima del cerro la silueta del viejo castillo. San Martín, así configurado, resultaba fácilmente defendible en otras épocas.

En el municipio se habrían rodado escenas de las películas La ardilla roja (1993) de Julio Medem y El oro de Moscú de Jesús Bonilla.

Recorremos los 68 Km hasta San Martín de Valdeiglesias en poco más de una hora, llegando a nuestro destino sobre las 10:45. No obstante a nuestra llegada tuvimos un ligero percance: el conductor se equivocó y fuimos al Jardín Botánico El Bosque Encantado, lugar que estaba previsto para las 16:00. Tuvimos que dar la vuelta y perdimos 30 minutos. A posteriori y hablando con Elena nos comentó que nadie le dijo al conductor que se dirigiera a este lugar; la decisión la tomó él por su cuenta y riesgo y cuando Elena se dio cuenta ya era tarde para rectificar pues la carretera, muy estrecha y de montaña, no permitía dar la vuelta hasta llegar a destino. Tampoco pudo Elena darnos cuenta de lo que ocurría, ya que para más inri, el micrófono del autobús no funcionaba.

Plaza Real


Al llegar al pueblo, en la Plaza Real frente al Ayuntamiento nos esperaba la guía local que nos facilitaba la Concejalía de Turismo de la localidad. Decir que esta guía era muy mejorable es un calificativo muy benévolo; fue el lado negativo de nuestra visita. No pudimos ir a un bar para reponer fuerzas con un café o infusiones e ir al baño, de modo que fuimos a los servicios en las instalaciones del Ayuntamiento sobre las 11:30. Todos echamos en falta el café o las infusiones, algo que consideramos esencial para reponer fuerzas.

Iglesia de San Martín Obispo

Nuestra primera visita fue a esta iglesia, situada en pleno centro del pueblo, junto a la Plaza Real. La iglesia, renacentista de estilo herreriano fue diseñada por Pedro de Tolosa, aparejador de Juan de Herrera para la construcción del monasterio de San Lorenzo del Escorial.


La actual edificación fue construida sobre las ruinas de un pequeño templo, tras una denuncia de los sanmartineños del siglo XVII, que acusaron a los perceptores de los diezmos ante el Consejo de Castilla, por no cumplir con su obligación de mantener el templo. El Consejo de Castilla, máximo órgano judicial de la época dio la razón a los vecinos y obligó a financiar la construcción de una nueva iglesia. El edificio tiene planta basilical, de tres naves, cubierta con bóveda de cañón, aunque no llegó a terminarse en su proyecto original, ya que sólo se construyó la mitad del templo que se había proyectado.


En su interior destacan el retablo barroco del altar mayor, con un cuadro atribuido a Lucas Jordán, discípulo de Rivera, que representa a San Martín compartiendo su capa con un pobre. En una de las capillas se encuentra el retablo de la Virgen de la Nueva, patrona de la localidad y la Virgen de la Estrella, una pequeña escultura de marfil, que según las Cántigas, fue propiedad de Alfonso X el Sabio.

Chocolatería

Cuando salimos de la iglesia nos dirigimos a una degustación en una chocolatería de productos elaborados al estilo belga. La visita, preparada indudablemente para que consumiéramos sus especialidades estaba muy mal organizada, pues dio la impresión de que no nos esperaban a la hora que fuimos y el orden brilló por su ausencia.

Estación de ferrocarril

Después de salir de la chocolatería, iniciamos una pendiente realmente muy pronunciada de unos 200 metros de longitud hasta llegar a este edificio de los años 30 del pasado siglo que se levantó con destino a albergar una estación de ferrocarril y que nunca llegó a cumplir su cometido.


Esta visita fue realmente absurda, pues independientemente de que el edificio no tenía ningún valor arquitectónico reseñable, las instalaciones se encontraban cerradas, algo que debía de haber previsto la guía que nos asignó el Ayuntamiento.

Castillo de la Coracera

Cuando salimos de la chocolatería nos dirigimos a otra de las visitas esenciales de la localidad, su castillo.


El castillo de la Coracera data del siglo XV, siendo algo posterior al momento de la posesión de San Martín de Valdeiglesias por parte de Álvaro de Luna. Su denominación proviene de uno de sus propietarios, Juan Antonio Corcuera. Fue una errata en un folleto publicitario de los años setenta del siglo pasado la que dio origen a su actual denominación.


Destacan la fachada renacentista del patio de armas y el cuerpo adosado a la torre del homenaje. En su interior no hay ningún tipo de muebles o adornos, es diáfano.

Nuestra comida a las 13:45

Comimos en el restaurante Eneldo. El primer plato estuvo compuesto por varios entrantes: tabla de quesos variados acompañados de uvas pasa y picatostes; bandeja de cecina bañada en aceite de oliva y piñones; croquetas de jamón; ensalada de lechuga, tomates y gambas en salsa de cóctel. Todas las viandas sensacionales y abundantes.

De segundo, a elegir entre entrecote de ternera o lubina. Yo elegí entrecote, buenísimo, pero del que llegué solo a consumir la mitad, pues la cantidad de entrantes fue tal, que a mí, que soy de buen comer, me fue imposible terminar el entrecote.

Postre: tiramisú acompañado de bola de helado de melocotón

Agua mineral, vino tinto y vino blanco. Café e infusiones.

Este es el punto para hablar de los vinos de San Martín de Valdeiglesias. Mi querido amigo y compañero del Ministerio Guillermo Franco, que fue mi jefe directo en la Secretaría de Estado de Comercio, cuando se enteró que venía a este pueblo, me puso el siguiente Whatsapp: “Pues el vino de San Martín de Valdeiglesias se exportaba durante el Renacimiento a Europa Central; así que, mi querido Juan José, haz por probarlo y luego nos cuentas”.

Además, hay que reseñar que Miguel de Cervantes habla de los magníficos vinos de la localidad en varias de sus obras literarias. También en el primer capítulo de la novela El Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte se menciona al vino de San Martín de Valdeiglesias, y se dice que el cuadro de Goya titulado La Vendimia representa a este pueblo.

Desgraciadamente como se muestra en la foto que inserto, no pudimos probar el vino de este lugar, aunque ciertamente el Rioja crianza que degusté yo estaba francamente bueno.

Jardín Botánico El Bosque Encantado


A las 16:00 salimos hacia el Bosque Encantado donde teníamos reservada hora hasta las 17:30. Nos abrían las instalaciones solo para nosotros.


Hasta 500 tipos diferentes de plantas y más de 300 esculturas realizadas con distintas variedades de vegetales se pueden encontrar en este singular espacio de San Martín.

Se trata de un Jardín Botánico de trazado casi laberíntico donde excelentes artistas de arte topiario han dejado que su imaginación vuele hasta extremos inimaginables. Eso sí, hay que dejar claro que no hemos encontrado ni hadas, ni elfos, ni ningún duende.

Aquí aprovechamos un espacio ideal, y el hecho de que las instalaciones eran todas para nosotros en exclusiva, para hacernos la foto de grupo.


A las 17:30 iniciamos camino de vuelta a Madrid, donde llegamos a las 18:45.

Me despido apresuradamente de Pedro y demás compañeros próximos y me dirijo directamente a la boca del Metro de Cuzco. Llego a Príncipe Pío a las 19:05, y a Las Rozas a las 19:45. Antes de las 20:00 estoy en casa.

Un bonito viaje más, con sus luces y sus sombras, pero hay que quedarse con la parte buena y la magnífica convivencia de todos los participantes, y como siempre no quiero finalizar sin dar las gracias a Elena Romero y a Jorge Baeza y su esposa Pilar que siempre se desviven para que todos disfrutemos.

Juan José Alonso Panero

Las Rozas de Madrid, 27 de mayo de 2023