LOECHES Y LA CATEDRAL DE
JUSTO
EN MEJORADA DEL CAMPO
El miércoles 26 de enero, 17
cumpleaños de mi nieta Eloísa, la Hermandad de Jubilados de los
ministerios de Comercio, Economía y Hacienda organizó otra excursión de un día.
Esta vez, el viaje iba a ser dentro de la Comunidad de Madrid, así que el día
se planteaba sin muchas apreturas. De esta forma, la expedición inició su ruta
a las 10:00 horas pues nuestro primer lugar a visitar, Loeches, estaba a tan
solo poco más de 20 minutos de nuestra sede de Alberto Alcocer, 2.
Formamos parte de la
expedición 30 viajeros con abrumadora mayoría de féminas, ya que los hombres
éramos tan solo cuatro. Así, a vuela pluma y fiándome de mi memoria, recuerdo
entre los viajeros a nuestra vocal de Viajes Elena Romero, a la tesorera de
la Hermandad Carmen
García Vega, Pilar Cerrada, Merche, Carmina, Trini… además de mi amigo Pedro García
Mamolar y mi compañera Amparo Campa, con la cual hacía tiempo que no
coincidía.
Aunque aburra, doy las
referencias de siempre. Para la parte cultural del relato me he servido de la
Wikipedia, de la Web del Ayuntamiento de Loeches y de lo que nos contó nuestro
guía Rober.
En cuanto a las fotos, todas están realizadas con un teléfono móvil Samsung Galaxy A40.
LOECHES
El municipio de Loeches
está situado a unos 40 Km de Madrid capital, al este de la Comunidad Autónoma,
en la cuenca del Henares. Cuenta con casi 9.000 habitantes censados en 2021.
Llegamos a Loeches sobre
las diez y media y fuimos directamente a un bar restaurante situado en la plaza
de la Villa (que luego sería nuestro lugar para el almuerzo) donde repusimos
fuerzas con los consabidos cafés e infusiones y las visitas de rigor a los
baños.
Nos esperaba a las puertas
del restaurante el que iba a ser nuestro guía, Rober. Una vez reunido el grupo,
y tras una pequeña disertación en la que Rober nos indicó que el gentilicio de los
habitantes de esta localidad es el de loechenses, aunque entre ellos se conocen
como “lechuzos”, partimos andando para recorrer los puntos a visitar.
Además de su patrimonio
artístico, Loeches es conocido por sus aguas medicinales y por su gastronomía
típicamente manchega, como son las migas del pastor o las gachas.
De camino a nuestra
primera visita, paramos ante una casa en ruinas, modernista, de principios del
siglo XX y que según nos indicó Rober, se espera poder salvarla de la piqueta.
Dejo muestra fotográfica.
Iglesia
de la Asunción de Nuestra Señora
Visitamos el templo tan solo
en su exterior bordeándolo y admirando sus diferentes puertas. La iglesia es de
estilo renacentista, de mediados del siglo XVI, aunque en su interior se puede
admirar restos de un calvario de piedra del siglo XIII, perteneciente a un
edificio anterior.
Tres puertas, diferentes y
con personalidad propia, nos invitan a adentrarnos en un espacio que aún
soporta el peso del tiempo en sus columnas y arcos de medio punto.
Aproveché para hacer las
fotos de rigor y creo que todos sentimos un poco el no poder visitar el templo en
su interior.
Nos dirigimos a
continuación a la plaza de la Duquesa de Alba. Aquí visitamos en primer lugar
el
Monasterio
de San Ignacio
popularmente conocido como
el Convento Chico, del siglo XVI. No pudimos examinar el monasterio, pero sí la
iglesia, de estilo barroco, que alberga en su cúpula unos frescos de notable
valor artístico, dedicados a San Juan de la Cruz y a San Elías, así como un
retablo también del siglo XVI. La iglesia guarda además numerosas reliquias,
entre las que se encuentran algunas cartas autógrafas de Santa Teresa de Jesús.
En la parte opuesta de la
plaza encontramos el
Monasterio
de la Inmaculada Concepción
conocido como el Convento
Grande. Este convento fue fundado en 1640 por Don Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y
Velasco de Tovar, Conde-Duque de Olivares y, desde entonces alberga
el panteón familiar de sus descendientes, hoy la Casa de Alba.
La iglesia es sobria, como
casi todas las construcciones españolas de principios del siglo XVII. Alberga
frente al altar una tribuna de hierro desde donde participaba el Conde-Duque
y su familia en los oficios religiosos. Esta tribuna estaba directamente
comunicada mediante un pasillo con el antiguo y ya destruido Palacio que poseía
la familia junto al monasterio.
Actualmente podemos
encontrar un fresco de Fernando Calderón en el altar mayor, obra
encargada por el Duque de Alba Jacobo Fitz James Stuart Falcó para sustituir
las pinturas de Rubens
que desaparecieron en el siglo XIX tras la invasión francesa. En el
espectacular mural se representa la figura de Santo Domingo de Guzmán rodeado
de casi cien figuras de tamaño mayor al natural. En la parte inferior hay
diecisiete retratos de los componentes más relevantes de la Casa de Alba,
incluido por supuesto el Conde-Duque y la Duquesa Cayetana.
Al entrar en la iglesia, en
el lado derecho se encuentra una hermosa reja que daba paso al antiguo panteón
del Conde-Duque
de Olivares. A principios del siglo XX se anexionó el panteón de la Casa de Alba,
cuya construcción fue costeada por la Duquesa doña Rosario Falcó e inaugurado por su
hijo Jacobo
Fitz James Stuart, padre de la Duquesa Cayetana.
La
Cripta de la Casa de Alba
Su interior responde a una
planta trilobulada, debajo de la cual hay una cripta. En el lóbulo central se
encuentra el altar y en los laterales, colocados en tres alturas, los
sarcófagos de mármol negro con inscripciones doradas al fuego, en los que están
enterrados algunos miembros de la Casa de Alba. Aquí, se encuentran parte de las
cenizas (otra parte están en Sevilla) de la última Duquesa,
Cayetana, así como los sarcófagos de sus dos maridos difuntos, Luis Martínez
de Irujo y Jesús Aguirre.
En el lateral izquierdo se
encuentra la sepultura del Conde-Duque de Olivares y su esposa, Doña Inés de Zúñiga,
indicada con una lápida conmemorativa. Ocupando el centro del panteón, la
maravillosa y significativa obra del francés Charles Gumery, la escultura
yacente de la Condesa
de Montijo, Doña Francisca de Sales y Portocarrero, hermana de
la Emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III,
que fue enterrada con honores de Reina.
La visita de Loeches en
general y de la cripta de los Alba en particular fue francamente
interesante, y tengo que confesar mi absoluto desconocimiento acerca del
panteón de la Casa
de Alba, no tenía la menor idea de que se encontraba aquí, en
Loeches.
Almuerzo
Finalizadas las visitas, a
las 14:00 horas nos dirigimos a comer al restaurante. Lo hicimos sentados en
una gran mesa corrida en forma de “U”. En el entorno de Pedro y yo se encontraban Elena Romero,
Trini
y mi compañera Amparo
Campa.
La colación consistió en queso
para picar; de primer plato entremeses compuestos de croquetas de jamón,
langostinos en gabardina con salsa agridulce y pimientos rellenos de bacalao. De
segundo plato, a elección, merluza o ragú de ternera; esto último en mi caso.
De postre a elección entre varias opciones, en mi caso helado de vainilla. Pan,
una bebida a elegir y agua a discreción.
Finalizado el almuerzo,
sobre las 16:00 horas nos dirigimos a Mejorada del Campo, a donde llegamos en
muy poco tiempo; yo creo que antes de las cuatro y media ya estábamos ante la
catedral de Justo
Gallego.
MEJORADA DEL CAMPO
Es
un municipio de la Comunidad de Madrid, situado en el este metropolitano de la
Comunidad Autónoma, a unos 20 Km de Madrid y a unos 15 Km de Alcalá de Henares.
Cuenta con un censo de 27.000 habitantes. Está considerada como una ciudad
dormitorio, y sin querer desmerecerla, su único polo de atracción es
La Catedral de
Justo Gallego
La
catedral de Justo,
es un edificio de grandes proporciones, a semejanza de una catedral cristiana.
Estaba siendo construida como proyecto de autoconstrucción por una sola
persona, Justo
Gallego Martínez, hasta su fallecimiento hace unos
meses con 96 años, cuando la donó a Mensajeros de la Paz para que la acabara.
Justo empezó a edificarla
en un terreno de labranza propiedad de su familia el 12 de octubre de 1961,
tras ser expulsado del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, en
Soria, por estar enfermo de tuberculosis.
Al
producirse su curación, como promesa, decidió agradecérselo a Dios y a la
Virgen con la construcción de esta obra. Poco a poco, valiéndose del patrimonio
familiar de que disponía, vendiendo sus tierras y también gracias a donaciones
privadas, fue levantando la catedral.
Justo
Gallego
dedicó más de 50 años a construir la obra hasta su fallecimiento; a excepción
de algunas ayudas esporádicas todo lo hizo con sus propias manos, sin tener
ninguna formación relacionada con la construcción. De hecho, sus estudios
primarios quedaron interrumpidos al estallar la Guerra Civil. No existen planos
ni proyecto oficial de la catedral.
Se
trata de un edificio con elementos arquitectónicos destacables. Aunque su
constructor lo denomina catedral, y
así es conocida, en realidad no es un templo,
al no estar consagrado ni ser reconocido como tal por la diócesis de Alcalá de
Henares.
Los
habitantes de Mejorada del Campo conocen la obra como “la catedral de Justo”,
siendo la construcción por la que es conocida esta localidad. En el año 2005
una campaña publicitaria de la bebida Aquarius
difundió la existencia de la obra a nivel internacional. El Museo de Arte
Moderno de Nueva York mostró fotos de esta original obra arquitectónica es una
de sus exposiciones de la temporada 2003-2004.
La
catedral, de acuerdo con un pequeño prospecto que nos fue entregado en la misma
es “un espacio para acoger a todos, hombres y mujeres, ricos y pobres, para los
que creen y para los que no creen, un lugar de encuentro para distintas
religiones”.
La
obra en cifras es la siguiente:
-
60
años dedicados a la construcción.
-
4.700
metros cuadrados.
-
35
m. de altura en su punto más alto.
-
Planta
central de 50 m de largo x 20 m de ancho.
-
Una
cripta subterránea.
-
Dos
claustros y un baptisterio.
-
12
torreones de 60 m de longitud.
-
28
cúpulas. Una gran cúpula de 35 m.
-
Más
de 2.000 vidrieras.
-
Pionero
en el uso de materiales reciclados.
Los
expedicionarios permanecimos en el edificio sobre una hora recorriéndolo de
arriba abajo. La verdad es que impresiona y cuesta mucho creer que sea la obra
de un solo hombre sin ningún conocimiento de arquitectura ni ingeniería.
Asombroso.
El regreso
A
las 17:30 en punto iniciamos nuestro regreso a Madrid, a nuestra sede de
Alberto Alcocer, donde llegamos en algo menos de una hora. Me despedí de los
compañeros próximos así como de mi amigo Pedro que cogió un taxi para regresar a casa,
y yo me dirigí a la boca del Metro de Cuzco. Cogí el tren en dirección Príncipe
Pío y una vez allí el Cercanías que me dejó en Las Rozas. Poco después de las
siete de la tarde estaba en casa.
Juan
José Alonso Panero
Las
Rozas de Madrid, 1 de febrero de 2022
Un bonito día y un relato perfecto. Gracias
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