sábado, 19 de octubre de 2019


LERMA, LAS EDADES DEL HOMBRE


Un nuevo viaje con la Hermandad de Jubilados de los ministerios de Comercio, Economía y Hacienda, que después de las vicisitudes pasadas en la anterior excursión a Italia con la Comunidad de Madrid, éste, a Lerma, a visitar la exposición de las Edades del Hombre, ha sido como un bálsamo.

Entre los 50 viajeros, mi amigo Pedro y yo, encontramos además de Elena Romero, nuestra vocal de Viajes, viejos conocidos como nuestro vicesecretario Jorge Baeza y su esposa Pilar, Carmina, Merche, Javier, Trini, y además, y esto fue una sorpresa, mis compañeros del ministerio Nicolás López, Gonzalo Ávila, que fue mi jefe durante varios años y su esposa Kitty Liceranzu, compañera mía de promoción; ya habíamos compartido vivencias en un pretérito viaje a Aguilafuente, Turégano y Pedraza en marzo de 2018, y lo hemos vuelto a hacer hoy.


Como siempre hago, indico que las fotos de este reportaje están todas sacadas con un móvil Samsung Galaxy A40, además de dos tomas que añado de mi compañera Kitty. En esta ocasión, y pensando en mis huesos, cada vez más maltrechos, dejé la Leica en casa.

Por lo que se refiere a los comentarios culturales, están todos entresacados de lo relatado por los guías, y de la Wikipedia.

El comienzo

Salimos de nuestra sede en Alberto Alcocer a las 09:00 horas del martes 15 del corriente mes de octubre, en esta ocasión sin incidencias y ningún retraso. Tras una parada técnica de 20 minutos, ya en las cercanías de Lerma, llegamos a nuestro destino, a 200 Km. de Madrid, al mediodía.

Las Edades del Hombre


El objetivo estrella de nuestro viaje era la visita prevista a la exposición, Las Edades del Hombre, en esta ocasión la 24ª edición, denominada ANGELI, una muestra de 90 obras, donde los ángeles son protagonistas, procedentes en su mayoría de las once diócesis de Castilla y León, repartidas en tres sedes de la villa ducal, la ermita de la Piedad, la colegiata de San Pedro y el monasterio de la Ascensión.

Comenzamos nuestra visita a las 12:20 en la ermita de la Piedad con un vídeo de unos 10 minutos de duración basado en un texto sobre la fe católica promulgado en el IV Concilio de Letrán.


Luego, y ya con una guía continuamos nuestro recorrido en la colegiata de San Pedro, donde se exponen cuatro de los cinco capítulos de la exposición.


Señalar aquí, que la colegiata de San Pedro se consagró en 1617 con grandes festejos para la Corte y los nobles, que duraron 13 días. El duque de Lerma consiguió que esta abadía dependiera directamente de Roma. Tiene tres naves en girola, pero carece de crucero. El retablo es barroco con seis imágenes del escultor Juan de Ávila. Se conserva una valiosa estatua sepulcral arrodillada del arzobispo Cristóbal de Rojas, en bronce dorado, obra de Juan de Arfe. Hay dos órganos de principios del siglo XVII de los más antiguos de España.


Indicar que no se podía hacer fotografías, de modo que las tres que inserto de la exposición, una mía y dos de mi compañera Kitty, son “robadas”.



Continuamos la visita para admirar el quinto y último capítulo de la exposición en el monasterio de la Ascensión, también llamado convento de Santa Clara. Fue el primer convento que se construyó y su fundadora fue Mariana de Padilla, nuera del duque de Lerma, en 1604. La fachada es austera; tiene una puerta con pilastras y blasones de los Padilla, Sandoval y Rojas. La espadaña es barroca con dos huecos y volutas. Lo habitan hermanas Clarisas que confeccionan deliciosos dulces.


Antes de finalizar este apartado dedicado a la exposición de Las Edades del Hombre, quiero señalar que aquellos que quieran profundizar en los pormenores de la exposición, pueden hacerlo en un magnífico artículo de nuestro compañero de la delegación de la Hermandad en Valladolid Juan Antonio G. Ortega en la revista de la Hermandad, Suma y Sigue nº 337, octubre de 2019. Aquí, y basándose en la guía oficial de la exposición elaborada por José Ángel Rivera de las Heras, podemos encontrar un magnífico y extenso reportaje: https://www.hermandadjubilados.org/suma-y-sigue.

Comida en el Parador


Nuestro almuerzo tuvo lugar en el Parador, antiguo Palacio ducal, que ocupa todo un lateral de la plaza Mayor. Su arquitecto fue Francisco de Mora, considerado uno de los mejores de la época. Durante la Guerra Civil española se utilizó el edificio como cárcel.


El porqué de las cuatro torres del palacio de Lerma es debido a un embuste del propio duque al rey.

Por definición, a los palacios ducales se les otorgaban dos torres, pero el duque de Lerma preguntó a Felipe III si podía poner dos torres en su palacio, omitiéndole que eran dos torres más las que quería poner. El rey concedió el permiso, pues éste pensó que se refería a las dos torres que podía poner y no a dos torres más, y así fue como colocó las cuatro torres en su palacio.


Aquí, cerca ya de las 14:30 compartimos mesa, Kitty, Gonzalo, Nicolás, Trini, Pedro y yo. El almuerzo, del que inserto el menú que nos ofreció la cocina del Parador, resultó altamente satisfactorio, aunque Gonzalo encontró algo escaso el plato de cordero, apreciación que debo señalar que no compartimos el resto de comensales. Incluyo foto que deja constancia de nuestra presencia.


A las tres y media habíamos concluido nuestra colación, y tras algunos cigarrillos en el exterior del palacio y cafés degustados en el patio del Parador, nos dirigimos a la oficina de Turismo, donde íbamos a encontrarnos con el guía que nos iba a acompañar en nuestra última visita a la localidad.

Lerma y el Duque de su nombre


En las oficinas de Turismo comenzó la última parte de nuestra excursión. El guía, aquí, con etapa final en la plaza Mayor y el convento de San Blas, dio inicio a una disertación que me ha servido, en unión de la Wikipedia, para redactar las líneas que siguen a continuación acerca de Lerma y del duque que lleva su nombre, protagonista inseparable de esta localidad.

El término municipal de Lerma cuenta con una población de 2.500 habitantes. El casco histórico de la ciudad, que también es conocida como “Villa Ducal de Lerma” al tener el título de villa, goza del estatus de bien de interés cultural, en la categoría de conjunto histórico.

La economía de Lerma está basada principalmente en la agricultura, y el turismo dentro del sector servicios. En la localidad también se encuentran algunas de las mayores empresas, por facturación, de la provincia de Burgos.


La historia y el desarrollo de la villa están irrevocablemente unidos al mecenazgo de Francisco de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma, valido y favorito del rey Felipe III, y por extensión al Ducado de Lerma. La villa fue al Valladolid cortesano (1601-1606) lo que El Escorial a Madrid, y es un conjunto arquitectónico notable de estilo herreriano.


Cuenta con tres conventos de monjas de clausura que hospedan a más de un centenar de religiosas. Su plaza Mayor, con 6.862 m2, es una de las más grandes de España, por delante incluso de la plaza Mayor de Salamanca. Aquí, en esta plaza se encuentran dos de los monumentos importantes de Lerma: el Palacio ducal y el convento de San Blas.


Llegados aquí, y aunque sea extenderme algo más, no queda más remedio que hacer una breve semblanza del duque de Lerma.

Francisco de Sandoval y Rojas (Tordesillas, 1553-Valladolid, 1625), primer duque de Lerma fue el valido de Felipe III (1598-1621).

Fue el hombre más poderoso del reinado de Felipe III. Se hizo inmensamente rico a costa de saber manejar el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de cargos públicos. Para dejar constancia de su poder como mecenas de la Villa Ducal de Lerma, empleó parte de su fortuna en engrandecerla y embellecerla contratando a los más sobresalientes arquitectos de la época.


Por su cargo de ministro del rey se convirtió en el hombre más cercano y de mayor confianza del monarca consiguiendo incluso que éste trasladase la Corte a Valladolid (1601). El duque efectuó una magistral operación inmobiliaria seis meses antes del traslado, comprando propiedades e invirtiendo en su propio beneficio. Es lo que modernamente se conoce como especulación.

El regreso de la Corte de Felipe III a Madrid en 1606 se hace también por la influencia y los consejos del duque de Lerma. Los historiadores piensan que este regreso estaba preparado de antemano y que el duque nunca tuvo la intención de abandonar por completo Madrid.

La reina Margarita, esposa de Felipe III, no era partidaria de los abusos e influencia del duque de Lerma, y a su alrededor tenía muchos consejeros también descontentos. Hubo una investigación de las finanzas (proceso de vista) que fue descubriendo el entramado de corrupción e irregularidades. Empezaron a caer culpables e implicados, entre otros, el valido del duque, Rodrigo Calderón de Aranda, que fue ejecutado en la plaza Mayor de Madrid en 1621. Se desencadena una presión en contra del régimen, y ante los acontecimientos, el duque aplica una estratagema que salvará su vida: solicita de Roma el capelo cardenalicio que se le concede en 1618, al mismo tiempo que el rey le da permiso para retirarse a sus propiedades. Murió en Valladolid en 1625 retirado de la vida pública.

Tras recorrer la villa, incluyendo uno de los pasadizos de la época del duque, con parada en la plaza Mayor, acabamos nuestra visita en el convento de San Blas, situado en una plaza anexa a la plaza ducal, llamada de San Blas. Comenzó a construirse en 1613 para albergar a las monjas dominicas. Del mismo arquitecto que el Palacio ducal, hasta el siglo XIX estuvo unido a éste por un pasadizo volado de tres arcos.


Una vez cumplida la breve visita al convento de San Blas, la expedición se encaminó al autobús, que salió para Madrid a las 18:00 horas. Tras dos horas de una ejemplar conducción por el chófer que nos transportaba, llegamos a nuestra sede de Madrid justo a las 20:00 horas. Me encaminé “volando” hacia la boca de Metro de Cuzco, cogí un convoy sobre la marcha y a las 20:30, ya en Príncipe Pío me subí al tren de Las Rozas-Villalba, y llegaba a casa a las nueve de la noche.

Corolario

En mi modesta opinión, nuestra excursión resultó perfecta, incluyendo nuestro almuerzo en el bonito Parador de Lerma. Estuvo muy bien organizada y se llevó a efectos ejemplarmente. Para mi amigo Pedro y para mí, tras nuestro azaroso anterior viaje a Italia con la Comunidad de Madrid, ésta de Lerma ha sido un auténtico relax, algo que afortunadamente suele ser lo habitual en los eventos organizados por la Hermandad. Felicidades.

Las Rozas de Madrid, 19 de octubre de 2019

Juan José Alonso Panero





1 comentario:

  1. A pesar de que las fotos no se hicieron con tu Leica, el resultado de tu Samsung es estupendo.
    Besos!!!

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